Uruguay vive horas de luto tras confirmarse la muerte de dos niños de 2 y 6 años y su padre, Andrés Morosini, de 28, cuyos cuerpos fueron encontrados dentro de un automóvil sumergido en un arroyo este viernes.
La tragedia se produjo después de un operativo de búsqueda que se extendió por varios días y que mantuvo en vilo a la sociedad.
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La operación de rastreo fue por tierra, aire y agua
Drones, perros rastreadores y buzos especializados se enfocaron en la zona donde finalmente apareció el vehículo. Un vocero de la Armada explicó que los cuerpos fueron retirados antes de sacar el auto del agua, y trasladados de inmediato para las pericias correspondientes.
El caso comenzó dos días antes, cuando Morosini irrumpió en la casa de su expareja, amenazándola y llevándose por la fuerza a los menores. El hombre ya contaba con denuncias previas por violencia doméstica.
Según las primeras investigaciones, habría planificado cuidadosamente su ruta de escape, lo que complicó los esfuerzos de localización en las primeras horas.
Las cámaras de seguridad de estaciones de servicio y viviendas particulares resultaron claves. Gracias a ellas, los investigadores pudieron reconstruir el recorrido del automóvil, que se dirigía justamente hacia la zona donde fue hallado sumergido.
El hallazgo ha generado profundo dolor y repudio en la sociedad uruguaya, que sigue con atención el caso. “Lamentamos profundamente este desenlace y extendemos nuestras condolencias a la familia”, expresaron las autoridades, quienes anunciaron que ofrecerán una conferencia de prensa para detallar los avances de la investigación.