El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, justificó el ataque militar que dijo haber llevado a cabo la víspera contra una lancha que transportaba drogas ilícitas, y afirmó que era necesario para enviar un mensaje inequívoco a los cárteles latinoamericanos.
Cuando se le preguntó por qué el ejército no interceptó el bote y capturó a los que iban a bordo, Trump declaró que la operación haría que los traficantes de drogas lo piensen dos veces antes de intentar mover drogas hacia Estados Unidos.
“Había enormes cantidades de drogas entrando a nuestro país para matar a mucha gente, y todos entienden eso completamente”, indicó Trump, aunque hasta el momento no hay pruebas de ello. El ataque del martes se apartó grandemente de las maniobras típicas de interceptar las drogas en un momento en que Trump ha ordenado un aumento de la presencia militar en aguas cercanas a Venezuela. Más tarde ayer miércoles, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, advirtió que tales operaciones “se harán de nuevo”.
Algunos expertos en derecho internacional cuestionan la legalidad del ataque contra el bote. “Matar intencionalmente a alguien fuera del contexto de un conflicto armado es ilegal a menos que sea para salvar una vida de emergencia. No había hostilidades ocurriendo en el Caribe”, explicó Mary Ellen O’Connell, experta en derecho internacional y uso de la fuerza en la Facultad de Derecho de la Universidad de Notre Dame.
El gobierno de Maduro ha respondido con el despliegue de tropas a lo largo de la costa de Venezuela y en la frontera con la vecina Colombia, así como instando a los venezolanos a alistarse en una milicia civil.