En Texas, la aparición de cocodrilos en zonas residenciales dejó sorprendidos a los habitantes de Texas. Un ejemplar de más de 3.5 metros fue hallado bajo una camioneta en Atascocita, mientras que otro de 500 kilos caminaba tranquilamente por Cinco Ranch.
Aunque los animales fueron asegurados sin incidentes, los expertos advirtieron sobre un riesgo que pocas veces se dimensiona: la velocidad.
Los cocodrilos más grandes en las calles de Texas
La mayoría de los ciudadanos imagina al cocodrilo como un animal pesado y torpe, sin embargo, en tierra puede correr hasta 35 millas por hora, superando por mucho el paso normal de un ser humano promedio.
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Para entender la diferencia, una persona común apenas alcanza las 3 millas por hora al caminar y entre 5 y 7 al trotar. Incluso los corredores entrenados, que pueden llegar a 12 millas por hora, se quedan muy por debajo del alcance de este reptil. Solo atletas de élite logran acercarse a los 20 millas, cifra todavía inferior al máximo de un caimán en movimiento corto y explosivo.
Las autoridades del Condado de Harris y del Condado de Fort Bend, en Houston, que intervinieron avistamientos en 2022, remarcaron la importancia de mantener distancia y nunca intentar alimentar o enfrentar a un cocodrilo.
En caso de hallarlo, lo recomendable es llamar de inmediato al control de animales y abandonar el área sin provocar al ejemplar.
Invasión de hábitats
Los avistamientos en Houston recuerdan que los ecosistemas urbanos y la fauna silvestre están cada vez más cerca. El desplazamiento de estos animales ocurre cuando son empujados por ejemplares más grandes o buscan refugio tras perder su hábitat natural.
Aunque en la mayoría de los casos no buscan atacar, su fuerza y rapidez los convierten en un riesgo latente.
La lección que dejan estos episodios es clara: la velocidad de los cocodrilos puede superar a la de los humanos, y en un encuentro inesperado, la única estrategia segura es la prevención y el aviso inmediato a las autoridades.