Existe cierta avispa que contribuye a controlar la población de cucarachas, por lo que puede ser un gran aliado. El insecto volador del cual hablaremos hoy es conocido por los especialistas como Evania appendigaster y su dimensión máxima puede alcanzar los 7 milímetros.
La Evania appendigaster se cree que proviene de Asia, pero realmente no se tiene evidencia de su origen. Este insecto volador se distribuye en climas trópicos y subtrópicos, incluso en regiones templadas. Se recomienda no matar a este insecto, pues es totalmente inofensivo para el ser humano y su función es benéfica para la vida de las personas.
Esta avispa es de tono negro y tiene un cuerpo diminuto, pero sus dos patas traseras suele tenerlas de gran tamaño. Esta avispa para poder sobrevivir busca a las cucarachas y a sus huevecillos para usarlos como incubadora. Las larvas de la avispa devoran todo el contenido del huevo de la cucaracha, por lo que se vuelve un aliado controlador de una indeseable plaga.
La Evania es completamente inofensiva
La avispa busca casi cualquier huevo de cucaracha, incluso el de la Periplaneta americana, P. australasiae, P. brunnea y otras más. El pequeño insecto volador suele buscar los huevos de las cucarachas en jardines y casas para poder completar su ciclo y asegurar la supervivencia de sus crías.
El insecto, cuando identifica lo que será la incubadora, se acerca a ella moviendo y preparando su abdomen para el duro trabajo a ejercer. La pequeña avispa trabaja durante algunos minutos para poder perforar la ooteca de la cucaracha.
La avispa Evania appendigaster puede ser tratada como un agente de control biológico de plagas de cucarachas. Puede comer algunas pequeñas plantas. Sobrevive siendo una larva hasta por tres semanas en la tierra o entre la vegetación hasta llegar a convertirse en una avispa.