CIRUGÍAS SORPRENDENTES

Pagó una fortuna y soportó mucho dolor, pero creció 13 centímetros y ya no está chaparrito

Un hombre estadounidense invirtió una gran suma monetaria en dos cirugías de alargamiento óseo que transformaron su estatura, imagen y confianza personal

El hombre pasó de 1.65 metros a 1.78
El hombre pasó de 1.65 metros a 1.78Créditos: internet
Escrito en GLOBAL el

Un hombre estadounidense invirtió más de 170 mil dólares en dos cirugías de alargamiento óseo que transformaron su estatura, su imagen y su confianza personal. Ya nadie le dice "chaparrito".

Moses Gibson decidió alterar su realidad física cuando, tras años de sentirse disminuido por su estatura original de 1.65 metros, optó por una solución extrema: someterse a dos procedimientos quirúrgicos de alargamiento óseo que le otorgaron 13 centímetros adicionales.

Creció 13 centímetros y ya no está chaparrito

El precio de este cambio no solo fue económico, sino también físico y emocional.

Las operaciones, realizadas en diferentes momentos y centradas en huesos distintos —primero los fémures, luego las tibias—, implicaron fracturas controladas y la colocación de clavos telescópicos internos que, con ayuda de dispositivos externos, estiraban los huesos de manera progresiva.

Cada intervención requirió meses de recuperación, disciplina en la rehabilitación y un umbral de dolor elevado. No obstante, para Gibson, el sacrificio valió la pena.

Antes de recurrir a la cirugía, había explorado sin éxito otras vías: suplementos, rutinas físicas especializadas, e incluso terapias mentales para reconfigurar su autopercepción. Ninguna fue suficiente.

Autoestima en crecimiento

La decisión final surgió como un último intento por recuperar su autoestima y dejar atrás el estigma personal que asociaba con su baja estatura. Con 1.78 metros alcanzados, Moses asegura que ahora se siente más seguro, se viste con mayor libertad y ha mejorado su vida afectiva.

Su experiencia se difundió rápidamente en redes sociales, dividiendo opiniones. Mientras algunos celebran su determinación y apertura sobre una inseguridad poco discutida entre los hombres, otros cuestionan los límites éticos y psicológicos de modificar el cuerpo para cumplir con ideales estéticos.

Aunque pagó por crecer, lo que Moses realmente compró fue una nueva manera de enfrentarse al mundo: con la estatura que siempre deseó y una confianza que, según él, no tiene precio.