A través de redes sociales se ha viralizado lo que muchos han considerado el artículo más inútil de lo que va 2025: unos zapatos hechos de tierra, los cuales se venden en miles de dólares por Internet.
La marca de bebidas Yerba Madre vuelve a sorprender con una idea tan curiosa como ecológica: unos zapatos de tierra que literalmente se desmoronan mientras los usas, esparciendo semillas de flores silvestres a cada paso.
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El proyecto, creado junto con el estudio de diseño Basura (con sede en Nueva York), busca llamar la atención sobre la reciente transformación de la marca, que antes se conocía como Guayaki, y reforzar su compromiso con la sostenibilidad, la circularidad y la regeneración del planeta.
Así son los “Dirt Shoes” de Yerba Madre
Los llamados Dirt Shoes tienen un diseño inspirado en los clásicos zuecos, pero están hechos con una mezcla muy especial:
- Tierra combinada con fibras orgánicas
- Goma de acacia (savia de árbol) como aglutinante
- Semillas de flores silvestres distribuidas por toda la suela
El resultado es un calzado 100% biodegradable que, tras dar solo unos minutos de caminata, comienza a romperse en pedazos, dejando las semillas en el camino para germinar y florecer.
“Queríamos crear el zapato más sorprendente: algo que la gente realmente deseara, pero hecho de tierra”, explicó Rajeev Basu, fundador de Basura Studio.
Caminar, sembrar y regresar a la Tierra
El concepto combina la moda con un mensaje potente: regresar más a la naturaleza de lo que tomamos. A medida que se desintegran, estos zapatos no solo reducen residuos, sino que transforman cada paso en una acción para la regeneración del planeta.
“Fue un doble reto: tenían que servir para caminar y también desmoronarse lo suficiente para liberar las semillas”, compartió el equipo creativo.
Mucho más que un calzado biodegradable
Los “zapatos de tierra” de Yerba Madre representan una declaración de diseño regenerativo: demostrar que los productos pueden tener una segunda vida útil incluso después de romperse. Aunque su duración es corta (apenas unos minutos caminando), el impacto que dejan a su paso va mucho más allá.