La indignación crece en Estados Unidos tras la detención de Martín García Lara, un niño de cuarto grado del sur de California, quien fue arrestado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el pasado 29 de mayo durante una audiencia migratoria en Houston, Texas.
Martín había acompañado a su padre a una cita programada ante las autoridades migratorias cuando, de forma inesperada, ambos fueron detenidos. Testigos aseguran que padre e hijo fueron separados en el lugar, sin mayores explicaciones. Desde entonces, el paradero del menor es incierto.
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La falta de información ha generado preocupación entre maestros, vecinos y defensores de derechos humanos que exigen respuestas inmediatas, denunció uno de los testigos que se encontraba en la corte ese día.
Se lo llevaron sin decir a dónde. No nos dieron ninguna respuesta.
El caso de Martín no es aislado. En las últimas semanas, organizaciones civiles han reportado un aumento de detenciones en cortes migratorias, donde agentes algunos incluso encapuchados patrullan pasillos y entradas para detener a personas que han acudido voluntariamente a sus audiencias.
Mientras tanto, el silencio de ICE sobre el paradero de Martín García mantiene encendida la alarma. Activistas urgen a las autoridades a rendir cuentas y liberar al menor, cuya vida cambió abruptamente por una política migratoria cada vez más cuestionada.