Texas volvió a aprobar un paquete de leyes que facilitan el acceso y la posesión de armas de fuego, ampliando además el tipo de armamento permitido para los ciudadanos.
Este impulso para flexibilizar las normas sobre armas, ocurre mientras las armas de fuego se mantienen como la principal causa de muerte entre menores en Estados Unidos, superando los accidentes automovilísticos, el cáncer y las sobredosis.
Un estudio reciente publicado en Journal of the American Medical Association relaciona las leyes permisivas sobre armas con tasas más altas de muertes infantiles por armas, colocando a Texas entre los estados más permisivos.
Mientras tanto, las propuestas legislativas para limitar el acceso a las armas recibieron poca atención en esta sesión legislativa.
Esto marca un regreso a la postura tradicional, tras una breve victoria para los defensores del control de armas en 2023, cuando un comité aprobó un proyecto de ley para elevar de 18 a 21 años la edad mínima para comprar rifles. Sin embargo, la propuesta no avanzó al Pleno.
Las iniciativas actualmente pendientes de firma por el gobernador Abbott, reflejan un esfuerzo continuo por facilitar la tenencia de armas.
Esto es lo más relevante:
ACCESO A ARMAS DE CAÑÓN CORTO
El Proyecto de Ley del Senado 1596 permitirá la posesión en Texas de armas de cañón corto (rifles con cañones menores a 16 pulgadas y escopetas menores a 18) sin necesidad de registrarlas ante la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
Aunque sigue siendo un delito federal poseerlas sin registro, Texas eliminaría las sanciones estatales. Esta medida responde a un cambio de política de la ATF en 2023, que reclasificó ciertas pistolas con soportes como armas de cañón corto.
Críticos alertaron que son más fáciles de ocultar. En 2018, una escopeta de cañón corto fue usada en un tiroteo escolar en Santa Fe, Texas, donde murieron ocho estudiantes y dos maestros.
PROHIBICIÓN DE PROGRAMAS DE RECOMPRA DE ARMAS
El Proyecto de Ley del Senado 3053 prohíbe por completo los programas locales de recompra de armas, donde ciudadanos entregan armas no deseadas a las autoridades a cambio de incentivos.
Golden opinó que, aunque no son la estrategia más eficaz para reducir la violencia armada, los programas son “una herramienta útil para promover el uso seguro y la eliminación responsable de armas”.