El presidente estadounidense Donald Trump volvió a encender las alertas globales al instar públicamente a la población de Teherán a abandonar la ciudad “de inmediato”.
Su mensaje coincidió con su inesperada salida de la cumbre del G7 en Canadá, donde participaba junto a mandatarios de Occidente y con México como invitado especial. La crisis entre Israel e Irán fue el motivo principal de su partida anticipada.
¡Abandonen Teherán!, dice Trump
La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que Trump firmó un acuerdo comercial relevante con el Reino Unido antes de retirarse. Sin embargo, su presencia era esperada para reuniones clave, incluida una conversación formal con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, quien fue invitada al evento por el primer ministro de Canadá, Mark Carney. Este sería su primer encuentro bilateral desde que ella asumió el cargo.
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El clima geopolítico ya estaba cargado: Israel había lanzado un operativo contra centros militares y nucleares iraníes, provocando una represalia directa de Teherán.
La capital iraní enfrenta ahora ataques cruzados, mientras su gobierno habilita refugios improvisados en mezquitas y estaciones de metro. La evacuación del personal estadounidense en la región, incluyendo la embajada en Bagdad, sugiere que Washington anticipa una escalada violenta.
Trump reiteró que Irán “aún puede evitar una tragedia” si retoma las negociaciones sobre su programa nuclear, pero sus palabras han sido interpretadas por analistas como una señal de posible ofensiva inminente. El ministro de Exteriores iraní insistió en que sus acciones son de autodefensa, mientras crecen los rumores sobre posibles ataques a instalaciones estadounidenses.
A medida que crece la tensión sobre un nuevo capítulo bélico, la advertencia de Trump sobre Teherán ha resonado como una alarma prematura o una estrategia de presión.