La consigna No Kings ha cobrado fuerza como símbolo de rechazo a lo que diversos sectores cívicos interpretan como una apropiación del poder incompatible con los principios democráticos.
Este sábado, al mismo tiempo que el presidente Donald Trump encabeza una fastuosa parada militar en Washington por el aniversario del ejército y su cumpleaños, miles de personas alzarán la voz en protesta en más de 2 mil actos distribuidos por todo Estados Unidos.
Megaprotesta 'No Kings' en 50 estados de EU
La movilización ha sido concebida como una jornada de resistencia descentralizada. Desde Filadelfia hasta pequeñas localidades como Moab (Utah) y Lewisburg (Virginia Occidental), la participación abarcará todos los rincones del país.
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En el extranjero, ciudades como Londres, Berlín y Ciudad de México también albergarán actos de solidaridad.
Entre los convocantes figuran organizaciones como Indivisible, la ACLU y la red 50501, cuyos esfuerzos anteriores han estado enfocados en la defensa de los derechos reproductivos, el acceso a la salud, y la protección del Seguro Social.
Esta vez, la preocupación central es lo que llaman una “normalización del autoritarismo”.
Trump advierte una 'respuesta contundente'
Las autoridades federales han adoptado un tono de advertencia. Trump, al ser interrogado sobre las posibles manifestaciones en la capital, sugirió que habría una “respuesta contundente”, lo cual llevó a los organizadores a evitar deliberadamente una protesta en Washington, prefiriendo no alimentar la narrativa del enfrentamiento directo.
En Filadelfia, donde se concentrará la transmisión nacional, se espera la participación de figuras como Martin Luther King III y la presidenta de la federación docente Randi Weingarten. El lema No Kings encierra una advertencia que resuena con ecos históricos: ningún líder, por elegido que sea, debe colocarse por encima del pueblo.