Se ha revelado que Nestlé Waters, una rama de la empresa internacional francesa adquirida en 1990, estuvo adulterando el agua mineral Perrier con métodos prohibidos por la ley desde hace más de 5 años; al menos, según los informes documentados.
Tras 6 meses de investigación, la comisión del Senado francés a cargo de esta revisión señaló que encontraron armarios ocultos donde se realizaban las prácticas ilegales; con un total de 28 recomendaciones, se incluyen sanciones de rigor, mejorar la vigilancia de sanidad y renovar el etiquetado de la bebida.
Nestlé y gobierno de Francia en contubernio: han ocultado la verdad por mucho tiempo
De acuerdo con los informativos internacionales, una comisión especial fue creada para investigar a Nestlé, pues algunas agencias noticiosas del país evidenciaron la falta de transparencia. Se trajo a la luz un informe de gobierno realizado en 2022, en el que ya se había indicado que el 30% de las aguas embotelladas producidas en el país del vino y el queso, no cumplían con las ordenanzas para los tratamientos.
Más allá de incumplir con los procesos de producción, estos descubrimientos señalan un conocimiento previo de la Presidencia francesa, quien hizo "de la vista gorda" ante las prácticas ilegales. En la Unión Europea, la legislación prohíbe desinfectar o realizar tratamiento que modifique las características del agua mineral natural; etiquetar una bebida con ese rubro cuando no cumple con la regulación, es parte del delito.
En el informe se hace referencia a que la falta de transparencia continúa sin resolverse por parte del Estado y de la empresa. Al momento, los noticieros indican que en 2020 se identificó el problema en las plantas de Perrier, Hépar y Contrex, parte del grupo Nestlé Waters, el cual fue reportado al gobierno.
Hacia finales del 2022, un plan fue autorizado para sustituir esos tratamientos no permitidos: UV y carbón activo por el de la microfiltración fina, que funciona como filtro correcto, pero elimina los minerales del agua. Aunque modificaron el tratamiento, la etiqueta seguía indicando agua mineral en lugar de agua purificada.
Existen evidencias de reuniones de los directivos de Nestlé con Alexis Kohler, secretario general del presidente en 2022; sin embargo, Emmanuel Macron, presidente electo en esa época, negó conocer esta información.
La comunidad señala que esta protección "desde el nivel superior de gobierno" es parte del problema, pues conocían la situación y aún así permitieron a la compañía continuar con su etiqueta de "agua mineral", que genera mayores ingresos que una botella 'regular' de agua purificada.
La ciudadanía simplemente no puede creer que tras haber pasado años, no se hayan tomado acciones legales. Especialmente porque ya se había identificado y documentado el problema. Por el momento, Nestlé accedió a pagar una multa que corresponde a 2 millones de euros, lo que le permite evitar los procesos judiciales.
Esto no es suficiente para el público, la cifra es un porcentaje mínimo con respecto a las ganancias; considerando que una botella de agua mineral cuesta 400% más que una botella de agua natural, según los noticiosos.
Este caso, dicen los expertos, es un reflejo evidente en los países capitalistas, donde se demuestra que hay una mezcla no regulada entre los gobernantes y el control económico en las industrias. Los más afectados ante un verdadero desmantelamiento, serían los trabajadores; por ello es que siguen a la espera de la renovación de permisos para el uso del manantial del cual se extrae el agua de Perrier.
Como relator de la comisión, se encuentra Alexandre Ouizille quien señaló que el monto total del fraude es de casi 3.4 millones de dólares. Por su parte, el presidente de la comisión, Laurent Burgoa aseguró que no se han encontrado afectaciones de salud por ingerir esta bebida.