El pasado 7 de abril, un portavoz de la empresa Avelo Airlines, cuya sede principal está en Houston, Texas, confirmó la firma de un contrato de largo plazo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) para transportar inmigrantes que serían deportados de regreso a sus países de origen.
Los vuelos estarían saliendo de la base de operaciones que la compañía tiene en Mesa, Arizona y comenzarían hasta el 7 de mayo de este año. Los aviones asignados serían tres unidades 737-800 que ya se encuentran asignados a ese aeropuerto.
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Indignación ante decisión de la aerolínea texana
Las redes y noticieros se inundaron de quejas y críticas ante la indignación de los usuarios por apoyar una causa que no aprueban. En Connecticut, por ejemplo, el presidente del Senado lanzó un comunicado oficial dando a conocer su rechazo hacia las acciones tomadas por la aerolínea.
De hecho, la búsqueda de este contrato con el gobierno federal por parte de Avelo viola descaradamente el espíritu de la propia Ley TRUST de Connecticut
Por su parte, Andrew Levy, CEO de Avelo Airlines declaró que "están conscientes de que es un tema sensitivo y complicado", asegurando que fue una decisión bien pensada y que "proporcionará, en los años venideros, suficientes recursos para mantener a su tripulación".
Algunas asociaciones en pro de los derechos de inmigrantes han iniciado una petición de firmas en el sitio de Change.org, instando a la gente a no realizar vuelos en esta línea aérea. También, las autoridades locales han señalado que podrían perder alianzas estratégicas importantes.
Por el momento, las rutas comerciales de la compañía no han detenido sus operaciones y se desconoce el posible impacto económico y mercantil para Avelo en el futuro cercano.