Comprar un auto usado en Estados Unidos puede parecer una opción rápida y económica, especialmente para quienes tienen un presupuesto limitado. Sin embargo, el proceso no es tan simple como elegir el vehículo y pagar.
Existen requisitos clave que debes cumplir para evitar retrasos y dolores de cabeza durante la transacción.
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Documentos esenciales
El primer paso es contar con una identificación válida. Lo más común es una licencia de conducir emitida en Estados Unidos, pero algunos lugares pueden aceptar pasaporte o licencia internacional, dependiendo del estado y del vendedor.
También es necesario presentar una prueba de residencia. Una factura de servicios o un contrato de renta suelen ser suficientes para confirmar tu domicilio, algo clave para registrar el auto más adelante.
Si pagas en efectivo o con un cheque de caja, el trámite es más sencillo. Pero si necesitas financiar, debes saber que tu historial crediticio en Estados Unidos será determinante. Si no tienes crédito o apenas estás empezando, conseguir financiamiento puede ser difícil y con tasas altas.
Seguro: obligatorio desde el día uno
No puedes sacar un auto del lote sin una póliza de seguro activa. Es ilegal conducir sin seguro en casi todos los estados, y no tenerlo puede traerte multas severas o consecuencias financieras graves en caso de accidente. Cotiza y ten una aseguradora lista antes de firmar cualquier papel.
El título del vehículo es el documento que prueba la propiedad. Asegúrate de que esté limpio, es decir, que no tenga deudas pendientes ni marcas como “salvage” o “rebuilt”.
Una vez lo tengas, deberás registrarlo en la oficina de vehículos motorizados del estado (DMV) y pagar impuestos y tarifas de registro.
Las reglas varían según el estado: inspecciones, impuestos, documentos adicionales… Todo puede cambiar dependiendo de dónde compres. Infórmate bien sobre los requisitos locales para evitar contratiempos.
Consejos al tratar con concesionarios
Pregunta por cada cargo extra, tarifas de documentación, preparación del vehículo, garantías extendidas. Algunos pueden negociarse y otros simplemente inflan el precio final, leer bien el contrato antes de firmar es clave para evitar sorpresas.
Comprar un auto usado en Estados Unidos es posible y puede ser una gran inversión, pero la preparación y la información son tu mejor herramienta para hacerlo sin contratiempos.