El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está analizando la posibilidad de reducir o eliminar los gravámenes que afectan a determinados productos agrícolas provenientes de México y Canadá, según lo informado por la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins.
Durante una entrevista con Bloomberg News, Rollins declaró que “todas las opciones están sobre la mesa” y manifestó su confianza en que la administración actual adopte medidas que otorguen un respiro a los productores agropecuarios.
Aranceles para productos agrícolas
Desde la Casa Blanca, la funcionaria destacó que se encuentran en evaluación exclusiones específicas en materia de insumos esenciales para la agricultura, como la potasa y los fertilizantes. Enfatizó además el compromiso del mandatario con este sector, señalando que está enfocado en generar condiciones favorables para estas industrias.
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En este contexto, Rollins sostuvo reuniones con Trump y otros miembros del gabinete económico para definir estrategias que faciliten un equilibrio comercial entre las naciones involucradas. De manera paralela, el gobierno federal decidió postergar por 30 días la aplicación de aranceles a los automóviles importados desde México y Canadá, respondiendo así a las solicitudes de empresarios del sector, quienes demandaban más margen de maniobra.
No obstante, la posición del presidente Trump se mantiene firme en cuanto a incentivar la manufactura en territorio estadounidense. A los ejecutivos de la industria automotriz les reiteró que, si trasladan su producción a EE.UU., evitarán enfrentar costos adicionales por tarifas comerciales.
La posibilidad de un alivio arancelario para ciertos bienes agrícolas aún está en discusión, pero el liderazgo del gobierno norteamericano sugiere que la decisión final buscará equilibrar intereses comerciales y políticas de incentivo a la producción interna. Como mencionó Rollins, todo sigue sobre la mesa y el sector agropecuario aguarda expectante las próximas determinaciones del Ejecutivo.