El pollo rostizado de Costco se ha ganado un lugar especial entre los compradores, convirtiéndose en uno de los productos más populares de la tienda.
Aquí te contamos por qué este delicioso pollo sigue siendo un favorito.
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Precio imbatible
El pollo rostizado de Costco cuesta solo 4.99 dólares un precio que ha permanecido constante por años, a pesar de la inflación.
Mientras otros supermercados suben sus precios, Costco mantiene este pollo asequible, usándolo como una forma de atraer a los clientes, sabiendo que, al entrar, comprarán otros productos.
Sabor sencillo
A diferencia de otros pollos rostizados, que suelen estar llenos de salsas y especias, el pollo de Costco es más sencillo.
Se inyecta con una solución salina que lo mantiene jugoso, pero no tiene el sabor tan fuerte de otros pollos, lo que lo hace perfecto para personalizar con tus propios condimentos.
Alto en sodio
Un punto negativo es que el pollo de Costco tiene bastante sodio, con aproximadamente 460 mg por porción.
Aunque es delicioso, si estás cuidando tu consumo de sal, debes tenerlo en cuenta.
Una base de fans enorme
Este pollo tiene tantos seguidores que casi parece un culto. Muchos lo consideran la opción perfecta para comidas rápidas y económicas.
En foros como Reddit, se comparten recetas e ideas sobre cómo aprovecharlo, lo que lo convierte en un básico para muchas familias.
Sobrantes que rinden mucho
Una de las mejores cosas del pollo de Costco es su versatilidad. Los restos pueden ser usados para hacer sándwiches, ensaladas, quesadillas o incluso un caldo casero con el hueso.
¡Así que no solo es económico, sino que rinde para varias comidas!
Ventas impresionantes
La demanda de este pollo es tan alta que Costco vende más de 100 millones de unidades al año.
Para asegurar que siempre haya suficiente, Costco incluso ha invertido en su propia planta para procesar el pollo, manteniendo los costos bajos y el suministro constante.
El pollo rostizado de Costco sigue siendo un éxito debido a su precio accesible, sabor único y versatilidad en la cocina. ¡Y no es de extrañar que millones lo elijan cada año!