Cuando el calor arrecia, encontrar métodos eficaces para conservar las bebidas frías se vuelve una prioridad. Entre los múltiples trucos caseros que circulan, existe uno que permite crear lo que algunos llaman 'hielo eterno', una opción ideal para evitar que el frío desaparezca en minutos y prolongar la frescura de las bebidas en días calurosos.
A medida que la temperatura ambiental aumenta, el hielo convencional tiende a derretirse rápidamente, haciendo que las bebidas pierdan su temperatura ideal en cuestión de poco tiempo.
El 'hielo eterno'
Sin embargo, un método sencillo y efectivo permite fabricar una variante más resistente, útil para quienes transportan bebidas en hieleras o desean mantenerlas frías por un periodo más prolongado.
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El procedimiento para elaborar este tipo de hielo requiere solo dos elementos de uso cotidiano: algodón limpio y agua. Para crearlo, basta con esparcir una capa de algodón sobre una bandeja, añadir agua hasta que quede bien empapado y posteriormente llevar la charola al congelador.
El resultado es una estructura más sólida y resistente al calor. La clave de este truco radica en la capacidad del algodón para retener el agua fría por más tiempo, reduciendo la velocidad con la que el hielo se derrite en comparación con los cubos tradicionales.
Aunque el material no impide por completo el proceso de fusión, sí ayuda a mantener el líquido en estado frío durante más horas, siendo una alternativa eficaz en climas extremos.
Otras formas de enfriar bebidas sin hielera
Si no se cuenta con una nevera portátil, existen métodos adicionales para mantener las bebidas frías. Uno de los más efectivos consiste en sumergirlas en un recipiente con agua y agregar sal de mesa en proporción adecuada.
Este proceso genera una reacción endotérmica que reduce la temperatura del líquido circundante, enfriando rápidamente las latas o botellas.
El 'hielo eterno' se presenta como una solución práctica y accesible para quienes buscan combatir el calor sin necesidad de recurrir a sistemas de refrigeración complejos. Un truco sencillo que puede marcar la diferencia en cualquier día de altas temperaturas.