En Texas, obtener una licencia de conducir es más que saber cómo maniobrar un vehículo; es un proceso que exige demostrar la legalidad del estatus migratorio del solicitante.
El Departamento de Seguridad Pública (DPS) no solo verifica la habilidad al volante, sino que también requiere documentos específicos para probar que la persona está legalmente en el país.
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Mientras que, en estados como California y Nueva York, los migrantes indocumentados pueden acceder a licencias especiales sin la necesidad de probar su estatus legal, Texas mantiene una postura más estricta.
Aquí, los migrantes deben presentar Visas, tarjetas de residencia permanente, o permisos de trabajo que respalden su presencia legal en Estados Unidos.
Para verificar la autenticidad de los documentos, el DPS realiza consultas en bases de datos federales, lo que asegura que solo aquellos con una situación migratoria legal puedan obtener la licencia.
A pesar de esta normativa rigurosa, existe la opción de obtener una Real ID en Texas, que sirve como identificación oficial en agencias federales.
Sin embargo, dado que este proceso implica múltiples revisiones, se recomienda que los migrantes presenten el documento que respalde su situación legal, como una ‘green card’ para los residentes permanentes. Esto ayuda a evitar complicaciones con las autoridades migratorias.
Por otro lado, los migrantes indocumentados en Texas enfrentan una dura realidad. Sin acceso a licencias de conducir, deben navegar en la vida cotidiana con limitaciones importantes.
Además, algunos se ven forzados a conducir sin licencia, lo que no solo es peligroso, sino que también puede traer severas consecuencias legales. Desde 2023, una nueva ley (SB1551) endurece las sanciones, imponiendo multas de hasta 500 dólares o incluso prisión por conducir sin identificación.
La situación de los migrantes indocumentados en Texas refleja una tensa tensión entre la integración social y las estrictas políticas migratorias.
Y aunque los caminos para obtener una licencia en el estado siguen siendo difíciles de transitar, el debate sobre si debiera haber un enfoque más inclusivo, como el de otros estados, sigue vigente.