La fiscal general Pam Bondi se encuentra bajo una creciente presión por parte de legisladores de ambos partidos para que haga pública la supuesta "lista de clientes" de Jeffrey Epstein, el financiero fallecido y delincuente sexual convicto.
La representante Anna Paulina Luna, republicana de Florida, encabeza la exigencia, respaldada por otros legisladores que buscan transparencia en la investigación.
La lista de 'clientes' de Jeffrey Epstein
Durante una reciente comparecencia, Bondi afirmó que posee archivos vinculados al caso de Epstein, lo que incluye documentos que podrían contener nombres de figuras influyentes relacionadas con sus delitos. Bondi declaró en una entrevista:
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Sin embargo, hasta el momento, no ha indicado cuándo ni si hará públicos los registros.
La presión sobre Bondi ha aumentado considerablemente en redes sociales, con miembros del Congreso exigiendo respuestas. La representante Luna, quien lidera un grupo de trabajo enfocado en la desclasificación de documentos federales, expresó su frustración en X, cuestionando el retraso en la publicación de los archivos.
Otros legisladores republicanos, como Tim Burchett, Mike Lee, Mike Collins y Lauren Boebert, también han exigido la divulgación inmediata de la lista.
La senadora Marsha Blackburn ha formalizado la demanda a través de una carta dirigida a Bondi y al director del FBI, Kash Patel. En la misiva, solicita la entrega de registros clave como los vuelos del avión privado de Epstein y el "pequeño libro negro" de su cómplice, Ghislaine Maxwell. Esta solicitud se suma a los esfuerzos por esclarecer las conexiones de Epstein con figuras de alto perfil.
El pedido de transparencia no se limita a legisladores republicanos. La representante demócrata Ilhan Omar y miembros del Comité Judicial del Senado también han expresado sospechas sobre la falta de acción por parte de Bondi. Alegan que la demora podría deberse a la protección de ciertos individuos mencionados en los documentos.
El caso de las listas de Epstein sigue generando controversia, y con la creciente presión política, la fiscal general Pam Bondi enfrenta un dilema: revelar los archivos o continuar resistiendo los llamados a la transparencia.