Óscar Vargas, dueño de una barbería en El Paso, Texas, quedó sorprendido con la llegada de varios agentes de Inmigración a su negocio. Los oficiales entraron por la puerta principal y por la parte trasera. En un video quedó captado el momento en que los agentes salen del local comercial al no poder mostrar una orden judicial, como lo exigía Vargas.
El dueño de una barbería de El Paso, Texas, no permitió que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) realizaran un operativo en su negocio. El peluquero confrontó a los oficiales y les impidió que entraran a revisar a sus clientes, por lo que el caso se hizo viral en las redes sociales.
El operativo que intentaron realizar los agentes era con la finalidad de encontrar a personas indocumentadas en el negocio. Se sabe que los agentes federales carecían de un permiso para irrumpir en el lugar, por lo que fueron cuestionados por el propietario del negocio.
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Según la información de medios internacionales, los agentes del ICE sorprendieron a Óscar Vargas, propietario de una barbería quien estaba en su negocio dando atención a sus clientes, los oficiales se posicionaron en la entrada del negocio como en la puerta trasera del lugar para realizar su operativo pero fueron confrontados.
Los agentes cerraron la calle como si buscaran criminales
No le autoricé que esté aquí, así que le pido que salga de mi negocio, le dijo el barbero al oficial del ICE que estaba al mando de la operación migratoria.
Óscar Vargas exigió a los oficiales migratorios una orden para poder entrar a su negocio a revisar, ya que según él estaban por entrar a una propiedad privada. Ante la exigencia del barbero, los oficiales decidieron retirarse del sitio.
En los videos grabados en la barbería se puede ver que los agentes federales entraron al negocio y comenzaron a hacer preguntas a las personas que se encontraban en el negocio. Fue por eso que el propietario del lugar les pidió que se fueran del lugar.
Abogados migratorios han dicho que los agentes del ICE si pueden entrar a los negocios y realizar preguntas a las personas que se encuentren en el sitio, pero no pueden acceder a otros espacios que tenga el negocio, como bodegas, armarios y otros lugares usados exclusivamente por los empleados, a menos que lleven una orden de un juez.