Lo que debía ser una jornada de celebración y unión familiar terminó convertido en una de las tragedias más sangrientas registradas recientemente en una boda en Chad, en la República del Sudán. El hecho ocurrió en el pueblo de Amdirib, ubicado en la región de Batha, donde una ceremonia matrimonial derivó en un enfrentamiento armado que dejó al menos 57 personas muertas, incluido el propio novio.
De acuerdo con información difundida por The Daily Star y medios locales, todo comenzó cuando un invitado, presuntamente hermano del novio, llegó al lugar de la celebración a bordo de una motocicleta portando un arma automática. Como parte de una práctica festiva común en algunas zonas del país, el hombre comenzó a disparar al aire al momento de saludar al recién casado. Sin embargo, el gesto terminó en tragedia.
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Según los primeros reportes, el invitado sostenía el arma con una sola mano y perdió el control debido al retroceso del fusil. Una de las balas se desvió e impactó directamente en el pecho del novio, a menos de un metro de distancia, provocándole la muerte casi de manera inmediata. El disparo desató confusión, gritos y pánico entre los asistentes, quienes inicialmente no comprendían si se trataba de un accidente o de un ataque deliberado.
Testigos relataron que el joven se desplomó frente a sus familiares mientras algunos intentaban auxiliarlo y otros buscaban refugio. La escena, marcada por el desconcierto, se transformó rápidamente en un escenario de tensión extrema cuando comenzaron las acusaciones entre ambas familias.
En cuestión de minutos, lo que había sido un festejo se convirtió en un violento enfrentamiento armado. Algunos asistentes señalaron que el disparo había sido planeado, mientras que otros defendieron la versión de un accidente provocado por el uso irresponsable del arma. La falta de claridad y la desconfianza mutua escalaron hasta convertirse en un intercambio de disparos entre los dos bandos familiares, con un saldo devastador de decenas de muertos.
La tragedia cobró aún mayor complejidad al confirmarse que el novio pertenecía a las Fuerzas de Apoyo Rápido de Sudán (RSF), una milicia paramilitar señalada por organismos internacionales por presuntas violaciones a los derechos humanos. Este antecedente alimentó sospechas entre algunos asistentes, quienes no descartaron que el ataque hubiera sido intencional, aunque la versión principal continúa apuntando a un disparo accidental.
Diversas fuentes señalan que el agresor sería hermano del novio, aunque esta información no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades. Testigos indicaron que, tras el disparo, el hombre se alejó momentáneamente del lugar, un detalle que también generó interpretaciones encontradas sobre sus intenciones.
Para dos familias que ese día buscaban unirse, la boda terminó marcando una herida profunda y un luto que hoy enluta a toda una comunidad.
