El cierre de una de las plantas procesadoras de carne más grandes de Estados Unidos, anunciado por directivos de Tyson Foods, generó un profundo desconcierto en Nebraska, pues se trata de una medida que altera de manera inmediata el panorama productivo de una ciudad dependiente de la actividad cárnica.
La decisión, programada para entrar en vigor a inicios de 2026, se inscribe en una reconfiguración nacional de la compañía que prioriza la concentración de operaciones y la optimización logística.
Tyson Foods cerrará una sus plantas de carne más grandes
El complejo afectado en Lexington poseía una infraestructura de gran escala, con la posibilidad de procesar miles de reses diariamente y mantener una plantilla que rondaba varios miles de trabajadores.
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Su volumen de operación lo convertía en un núcleo económico indispensable para la región, donde el empleo industrial es uno de los pilares de estabilidad social.
Las autoridades estatales mostraron su inconformidad tan pronto se confirmó el anuncio. Legisladores locales señalaron que el cierre implica un golpe profundo para un municipio cuya economía depende en buena medida de la actividad agroalimentaria.
Para ellos, la pérdida de estas fuentes de ingreso compromete a los trabajadores directos y las pequeñas empresas que dependen del flujo comercial derivado de la planta.
Ayudará empresa a ubicar a trabajadores en otros trabajos
Desde el gobierno estatal se enfatizó que el sector ganadero de Nebraska conserva una fortaleza reconocida internacionalmente. El discurso oficial busca orientar a la ciudadanía hacia una estrategia de recuperación que incluya el fortalecimiento de otras instalaciones procesadoras y el mantenimiento de la relación comercial con Tyson como comprador de carne producida en el estado.
La empresa aseguró que implementará apoyos de transición laboral, programas de recolocación y acompañamiento para quienes decidan trasladarse a otras plantas dentro de su red nacional.