Un ataque de extrema violencia dentro de un tren del Metro de Chicago en Estados Unidos, dejó a una joven de 26 años luchando por su vida, después de que un hombre la rociara con un líquido inflamable y le prendiera fuego la noche del lunes 17 de noviembre. El impactante hecho ocurrió a bordo de un convoy de la Línea Azul, una de las rutas más transitadas del sistema de transporte subterráneo de la ciudad, desatando alarma entre autoridades y usuarios.
De acuerdo con la policía de Chicago, el incidente se originó tras una discusión entre la víctima y el presunto agresor, un hombre de aproximadamente 40 años. Testigos presenciales señalaron que el intercambio de palabras escaló rápidamente hasta convertirse en una agresión brutal. Minutos después, el atacante dañó a la joven con un líquido inflamable y le prendió fuego, provocando que las llamas se extendieran por gran parte de su cuerpo ante la mirada conmocionada de los pasajeros.
Te podría interesar
El suceso se registró cuando el tren se aproximaba a la estación Clark y Lake, una de las m??s concurridas del sistema ferroviario urbano. Tras el ataque, el hombre descendió del tren en cuanto las puertas se abrieron y huyó a toda velocidad. En tanto, la joven, visiblemente desorientada y con quemaduras graves, logró salir del vagón tambaleándose antes de caer al andén.
Policías que se encontraban en las inmediaciones acudieron de inmediato en su ayuda y solicitaron atención médica urgente. La víctima fue trasladada a un hospital cercano, donde ingresó en estado crítico. Hasta el momento, no se han difundido actualizaciones oficiales sobre su condición, debido a los protocolos de privacidad hospitalaria.
Un día después del ataque, el martes 18 de noviembre, las autoridades confirmaron la detención del principal sospechoso. Si bien no se reveló su nombre, la policía informó que su captura fue posible gracias al análisis de cámaras de seguridad dentro de la estación y a testimonios de pasajeros que presenciaron la agresión.
Hasta ahora, no existe confirmación oficial de si la víctima conocía previamente al agresor o si la confrontación surgió de manera espontánea durante el trayecto. Las autoridades mantienen la investigación abierta y buscan esclarecer el motivo real detrás del ataque, así como determinar si existían antecedentes entre ambos.
El caso ha reavivado el debate sobre la seguridad en el transporte público de Chicago, especialmente durante horarios nocturnos. Organizaciones ciudadanas y usuarios exigieron reforzar la presencia policial en estaciones y vagones, argumentando que este tipo de episodios vulnera la percepción de seguridad en un sistema utilizado diariamente por miles de personas.
