María Alcaraz y su esposo, originarios de Mexicali, construyeron en el valle de Coachella un negocio de hot dogs que alcanzó gran popularidad entre locales y asistentes de festivales, pero su éxito fue dramáticamente interrumpido cuando fueron capturados por cazarrecompensas y posteriormente deportados por autoridades de inmigración estadounidenses.
La pareja había ganado reconocimiento por vender lo que se conocía como los “hot dogs virales” de Coachella, consiguiendo seguidores y clientes fieles en redes sociales.
Un negocio entre tortillas calientes y sazón fronterizo
Desde hace tiempo, María y Carlos apostaron por su emprendimiento: carritos de hot dogs con estilos inspirados en la cocina mexicana, sabores que conectaban con su comunidad local y turistas del festival.
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Con el tiempo, su imagen se volvió viral en TikTok y otras plataformas, lo que impulsó aún más su negocio.
El proyecto iba viento en popa: clientes, visibilidad, una vida hecha en Estados Unidos con esperanzas de estabilidad y crecimiento.
Captura y deportación
Sin embargo, todo cambió de la noche a la mañana. La pareja fue denunciada por supuestos “cazarrecompensas”, quienes operan con denuncias de personas indocumentadas, y entregada al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
María relató que no fueron agentes federales quienes los detuvieron, sino personas contratadas para capturarles, lo que implicó un componente de persecución privada que en redes sociales generó múltiples reacciones y dudas sobre los mecanismos legales usados.
Tras su detención, la deportación se consumó. María fue enviada primero a México, y su esposo permaneció bajo custodia mientras se realizaban procedimientos legales.
Regreso a Mexicali, nueva página
Al aterrizar en México, María regresó a su ciudad natal con sus hijos. Apoyada por familiares, buscó reponer su vida tras el golpe emocional y económico que representó la separación. “Este es un nuevo capítulo”, dijo en redes sociales.
No obstante, los recuerdos del negocio que dejó atrás y la angustia por su pareja detenida marcan su día a día. Lucha por reunir a su familia, rehacer su fuente de ingresos y reclamar un trozo del sueño que creyeron estaba construyendo.