Un violento enfrentamiento entre grupos de migrantes estalló en las inmediaciones del complejo residencial Prokshino, en el sur de Moscú, Rusia, dejando al menos cinco personas heridas y causando daños materiales significativos. El incidente, ocurrido alrededor del mediodía, fue captado en video y rápidamente se difundió en redes sociales.
Las imágenes muestran a hombres armados con palos, palas y tubos atacándose mutuamente, destruyendo cristales de las primeras plantas de edificios y vehículos estacionados en la zona.
Según el Ministerio del Interior de Rusia, aproximadamente 40 personas fueron detenidas tras el altercado. La portavoz Irina Volk informó que se ha abierto una causa penal por actos de vandalismo y que los ciudadanos extranjeros implicados serán procesados conforme a la legislación rusa. Aquellos que no enfrenten penas de prisión serán expulsados del país y se les prohibirá el ingreso futuro a territorio ruso Izvestia.
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Aunque las autoridades no han especificado el motivo del enfrentamiento, se especula que podría estar relacionado con tensiones laborales o disputas internas entre grupos de migrantes. Rusia ha experimentado un aumento en la presencia de trabajadores migrantes, especialmente de Asia Central, lo que ha generado tanto oportunidades económicas como desafíos sociales y culturales.
Este incidente resalta la creciente preocupación por la integración y convivencia de comunidades migrantes en áreas urbanas de Rusia. Las autoridades han reiterado su compromiso de garantizar la seguridad y el orden público, implementando medidas más estrictas para prevenir futuros disturbios.
Mientras tanto, los residentes del complejo Prokshino expresan su inquietud por la seguridad en su comunidad, solicitando mayor presencia policial y acciones preventivas para evitar que situaciones similares se repitan.