La carretera BR-423 se convirtió en escenario de tragedia la noche del viernes, cuando un autobús que regresaba de un viaje de compras en Santa Cruz do Capibaribe, Pernambuco, en Brasil, perdió el control, chocó contra una formación rocosa y terminó volcado. Entre los aproximadamente 40 pasajeros, 17 perdieron la vida y cerca de 20 resultaron heridos, según reportaron las autoridades locales.
Entre las víctimas se encuentran 11 mujeres, cuatro hombres y una persona aún sin identificar. Los cuerpos fueron trasladados a institutos forenses en Caruaru y Recife para su identificación, mientras que la Secretaría de Defensa Social de Pernambuco trabaja junto con autoridades de Bahía para devolverlos a sus familias con precisión y respeto.
Los heridos fueron atendidos principalmente en el Hospital Regional Dom Moura de Garanhuns, donde dos permanecen en estado crítico y otros presentan lesiones moderadas. La rápida respuesta de cinco brigadas de bomberos, unidades del SAMU y agentes de la Policía Rodoviaria Federal permitió brindar atención inmediata y coordinación en el rescate.
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La carretera permaneció cerrada hasta las 4:00 a.m. del sábado, mientras se retiraban escombros y se asistía a los pasajeros. Imágenes difundidas por medios locales mostraron al autobús volcado y pasajeros siendo auxiliados. Autoridades destacaron que el uso irregular de cinturones de seguridad agravó las consecuencias, recordando que su uso es obligatorio en todos los asientos de transporte turístico desde 2010.
La gobernadora de Pernambuco, Raquel Lyra, monitoreó la situación desde el extranjero, mientras que el gobernador de Bahía, Jerônimo Rodrigues, activó apoyo logístico y técnico para la identificación de víctimas. Esta coordinación interregional refleja un compromiso con la solidaridad y la seguridad vial en momentos de emergencia.
En cuanto a responsabilidades, la Policía Civil de Pernambuco investiga si la tragedia fue producto de negligencia mecánica o mantenimiento insuficiente. El jefe regional de la PRF, Luciano Holanda, señaló que un fallo en los frenos es la hipótesis principal.
La empresa BF Turismo, propietaria del autobús y con licencia vigente ante la ANTT, envió representantes para asistir a los afectados, pero enfrenta revisión administrativa por parte de las autoridades para determinar si cumplía con todas las revisiones técnicas exigidas por la ley.