La detención de Vanessa Gurrola en San Diego, California, el pasado 9 de octubre, marcó un nuevo capítulo en el seguimiento de casos que entrelazan el mundo del espectáculo con el crimen organizado.
Como si fuera un capítulo de una serie televisiva de streaming, la exreina de belleza y modelo sinaloense enfrenta una acusación de homicidio en primer grado por el asesinato de un hombre identificado como “El Chato”, supuesto operador del cártel de los Arellano Félix.
La reina de belleza Vanessa Gurrola
Según el registro del Sheriff del condado de San Diego, Gurrola, de 32 años, permanece recluida en el centro de detención de Las Colinas bajo el número de identificación 25744615.
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Su audiencia judicial fue fijada para el próximo 20 de octubre, mientras la fiscalía prepara la evidencia que podría confirmar su implicación directa en el crimen cometido el 17 de febrero de 2024.
Aquella noche, los vecinos de University City, en el sur de California, reportaron una balacera cerca de un complejo habitacional. Las autoridades hallaron sin vida a “El Chato” junto a un vehículo, mientras otra persona resultó herida.
Las investigaciones revelaron que Gurrola mantenía una relación sentimental con la víctima, hecho que la colocó rápidamente en el centro de las pesquisas.
Lanzaron panfletos contra ella
Meses después del homicidio, el nombre de la modelo volvió a mencionarse cuando su rostro apareció en panfletos lanzados en ciudades de Sinaloa, donde se le vinculaba con presuntas operaciones financieras del grupo conocido como “Los Chapitos”. Dichos documentos fueron atribuidos a denuncias anónimas que alertaban sobre actividades de lavado de dinero y extorsión.
Antes de verse envuelta en estas acusaciones, Gurrola había alcanzado fama por su trayectoria en certámenes de belleza y su parecido con Emma Coronel, esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Hoy, su nombre ya no se asocia con pasarelas ni redes sociales, sino con un proceso judicial que podría marcar su destino.