Cuatro menores de edad fueron enterrados ante la tristeza de los habitantes de Guayaquil, en Ecuador, sus cuerpos fueron encontrados en una patrulla hace unos días, todos presentaban huellas de tortura y el vehículo estaba estacionado cerca de una base militar.
Un caso que conmocionó a todo Ecuador
El pasado 8 de diciembre los menores salieron de sus casas para jugar un partido de fútbol pero nunca volvieron.
Sus familiares acudieron ante las autoridades para que se iniciara la búsqueda de los infantes: Steven Medina, de 11 años, Saúl Arboleda de 15, y los hermanos Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años.
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Los días pasaron y la Policía no dio con los niños, fue hasta el 31 de diciembre, cuando la esperanza se desmoronó. En plenos preparativos par despedir el 2024 se confirmó la trágica noticia: los restos incinerados hallados en una zona pantanosa, a bordo de una patrulla, en Taura, pertenecían a los menores.
Familiares piden justicia
Los padres y amigos de los cuatro menores señalan que fue la Policía quien mató a los cuatro menores, por ello un juez ordenó la captura de 16 miembros de las fuerzas militares del país por su posible rol en el asesinato.
"Con base en los elementos de convicción expuestos por Fiscalía de Ecuador, el Juez de la causa dicta prisión preventiva para los 16 militares procesados por presunta desaparición forzada", publicó la fiscalía en su cuenta en la red social X.
Un video de una cámara de seguridad muestra el momento en que los militares interceptan a los infantes cuando estos regresaban a su casa después de haber ido a jugar fútbol.
El ministro de gobierno de Ecuador, José de la Gasca, dijo que la muerte de los menores no se trata de un crimen de Estado, a pesar de que las pruebas de la participación militar son evidentes.
“Las investigaciones están en curso (...) Yo no puedo dar por afirmado que había un operativo, eso se determinará con las pruebas. Lo que sí sé es que en este momento existe ya una formulación de cargos por el delito de desaparición forzosa, no por ejecución extrajudicial. Tampoco se puede hablar de un crimen de Estado o de un crimen de lesa humanidad”, dijo De la Gasca en una rueda de prensa en Guayaquil.
Velan y entierran a los niños
La comunidad del barrio Las Malvinas, en el sur de Guayaquil, Ecuador, veló y enterró a los cuatro niños, sus familiares se unieron en el llamado para que el caso no quede impune y los responsables sean castigados.
En el sepelio, uno de los compañeros del equipo de fútbol en el que jugaban, relató la conducta jovial y alegre de ellos, mientras un familiar ofrecía que “esto no se va a quedar así”.
“Regresa, tenemos que jugar”, dijo uno de los amigos en el sepelio. “Vamos a limpiar tu nombre. Que esto no se quede en la impunidad”.
“Tienen que explicarnos qué pasó con nuestros niños y por qué destruyeron los cuerpos de esta forma”, señaló por su parte uno de los familiares.