Con la llegada inminente de las temperaturas más bajas del año, una de las principales preocupaciones de los hogares es el incremento en el consumo de energía.
El uso constante de calefacción y otros aparatos que proporcionan calor puede elevar considerablemente los recibos de luz, afectando el presupuesto familiar.
Tu recibo de la luz y las bajas temperaturas
Es un fenómeno recurrente que, durante el invierno, los recibos de electricidad lleguen con montos más elevados de lo habitual.
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La razón es clara: el frío nos lleva a mantener la calefacción encendida por más horas, a cocinar con mayor frecuencia utilizando el horno y a buscar más confort dentro del hogar.
Sin embargo, este aumento en el uso de energía puede ser mitigado si adoptamos ciertas medidas prácticas para reducir el consumo sin sacrificar el confort.
Para enfrentar la temporada más fría del año y controlar el gasto energético, es fundamental seguir algunos consejos sencillos que permiten optimizar el uso de la electricidad.
¿Cómo reducir el consumo de energía en invierno?
Mejora el aislamiento de tu hogar: Un adecuado aislamiento puede contribuir a una disminución de hasta el 35% en el uso de energía. Si tu casa está bien aislada, el frío externo no penetrará con facilidad, y el calor generado en el interior se mantendrá por más tiempo, reduciendo la necesidad de usar calefacción constantemente.
Ajusta la temperatura de tu refrigerador: Aprovecha las bajas temperaturas externas para subir ligeramente el termostato del refrigerador. Esto puede generar un ahorro de hasta el 5% en el consumo de energía. Dado que el ambiente exterior es más frío en invierno, el refrigerador no necesita trabajar tanto para mantener los alimentos frescos.
Implementar estos pequeños cambios no solo reducirá tu factura de luz, sino que también te permitirá contribuir al cuidado del medio ambiente, al disminuir tu huella de carbono.