En las carreteras de Canadá, los automovilistas se encuentran con un peculiar mensaje de despedida dirigido a las mariposas monarca, que inician su épico viaje hacia tierras mexicanas. Un usuario de Facebook del grupo "Animal Lovers" compartió imágenes de estos anuncios panorámicos, donde se les desea un buen viaje a estos coloridos insectos voladores.
Los letreros en las rutas canadienses envían buenos deseos a las mariposas en su travesía hacia el sur, donde hibernarán durante el invierno. Cada año, estas mariposas recorren hasta 4,800 kilómetros desde Canadá y Estados Unidos hasta el centro de México, huyendo del frío.
Mariposas monarca inician migración hacia México
Las monarca son célebres por sus migraciones sincronizadas, que ocurren tanto desde el este como desde el oeste. En la migración del este, las mariposas que habitan en las montañas Rocosas orientales parten de varias regiones de Estados Unidos y Canadá para establecerse en la Reserva de la Biosfera Santuario de la Mariposa Monarca, ubicada en Michoacán y el Estado de México.
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Estas mariposas, conocidas como la "generación Matusalén", son las responsables de emprender el regreso hacia Estados Unidos al inicio de la primavera. Durante este retorno, continúan apareándose y depositando huevos en el algodoncillo a lo largo de su trayecto.
Por otro lado, la migración del oeste abarca a las mariposas que se encuentran en las montañas Rocosas occidentales. Estas viajan desde el sur de Canadá y algunas áreas de Estados Unidos para hibernar en distintos puntos de la costa de California. El número de mariposas en esta migración es menor, representando menos del 10% de la población total de monarcas en América del Norte, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).
Se ha documentado que las mariposas monarca a veces cambian de rutas, llegando desde el oeste a los sitios de hibernación en el centro de México. Las mariposas migratorias viven entre 8 y 9 meses, mientras que aquellas que no migran tienen una esperanza de vida de aproximadamente un mes.
Larguísimo viaje
El viaje de las mariposas monarca comienza generalmente a mediados o finales de agosto, arribando a México en septiembre y octubre, para finalmente asentarse en el centro del país a inicios de noviembre. El vuelo de retorno hacia Estados Unidos inicia a principios de marzo.
En México, la mariposa monarca atraviesa estados como Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, Querétaro, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes, Estado de México, Hidalgo y Michoacán. Aunque también se les ha observado en estados como Sonora, Durango, Jalisco, Baja California, Chihuahua, Morelos, Puebla, Veracruz, Ciudad de México y Tlaxcala, aunque en menor cantidad.
La situación de las mariposas monarca es preocupante, ya que están catalogadas en la lista roja de especies amenazadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Es urgente tomar medidas para su conservación, ya que la agricultura industrial, que utiliza una amplia gama de plaguicidas, es una de las principales amenazas para su supervivencia.
El glifosato, por ejemplo, es un herbicida comúnmente utilizado para eliminar las "malas hierbas", entre las cuales se encuentra el algodoncillo, planta esencial para las monarcas.
Esta planta es básica para la reproducción de estas mariposas, ya que sirve como sitio de puesta de huevos y principal fuente de alimento para las orugas, mientras que los adultos se alimentan de su néctar. La eliminación de esta planta ha causado una reducción del 68% en su disponibilidad, afectando seriamente a las mariposas.
Papel vital
Estos datos son alarmantes, ya que las mariposas monarca, al ser insectos migratorios, juegan un papel vital en los ecosistemas, conectando hábitats distantes y transportando nutrientes como nitrógeno y fósforo a lo largo de varias generaciones.
Las personas pueden colaborar plantando algodoncillo nativo, restaurando zonas afectadas por actividades humanas y evitando el uso de plaguicidas en la agricultura. La conservación de las mariposas monarca es fundamental para mantener el equilibrio de nuestros ecosistemas.