En un ataque de ira y violencia un hombre, fisicoculturista de profesión, murió a manos de su esposa en una discusión familiar que terminó con disparos frente a sus hijos.
La pareja, en compañía de sus pequeños hijos de 2 y 3 años de edad, comenzaron a pelear por motivos vanos, cuando ocurrió la terrible situación.
Michael Chodozie, encolerizado por no tener la atención de su esposa, comenzó a seguirla por la casa. Ella temió por su integridad, por lo que tomó un arma en la habitación matrimonial, disparándole en cuatro ocasiones, uno en el brazo, uno en el pecho y dos en el torso.
Keaiirra, de 28 años de edad, salió corriendo de la casa junto con sus dos hijos menores y empezó a gritar por ayuda. Los vecinos apoyaron a la mujer, visiblemente alterada, mientras su esposo yacía en la cama del cuarto, desangrándose por los disparos.
El fisicoculturista fue llevado de emergencia a un hospital donde, tras pasar por diversos tratamientos durante 18 días, murió por las heridas causadas por el arma de fuego.
Por lo anterior, la mujer fue detenida, confesando su crimen en defensa propia por temer por su vida vida ante su pareja. Tras quedar en libertad pagando una fianza, volverá a comparecer ante el tribunal el 23 de mayo para determinar su situación legal.