Las autoridades de Texas han emitido una severa advertencia sobre el incendio forestal más grande jamás registrado en el estado, el cual podría intensificarse aún más durante el fin de semana debido al pronóstico de fuertes vientos.
Hasta el momento, dos personas han perdido la vida y miles de cabezas de ganado han perecido mientras el incendio, denominado Smokehouse Creek, continúa fuera de control. Este desastre natural ha devastado ranchos ganaderos, destruido viviendas y dejado un paisaje ennegrecido a su paso, extendiéndose por más de 1.1 millones de acres.
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El peor incendio forestal de Texas
A pesar de los esfuerzos de los bomberos, el incendio solo ha sido contenido en un 15% hasta el viernes por la tarde. El gobernador de Texas, Greg Abbott, instó a la población a mantenerse alerta y a no bajar la guardia frente a los riesgos inminentes.
Se han emitido alertas de incendio en Oklahoma y el Panhandle de Texas, ya que los bomberos se apresuran en sus esfuerzos por contener el fuego. La mayor parte de los incendios en Texas, incluido el enorme incendio de Smokehouse Creek, tienen lugar en el Panhandle de Texas, una región que alberga vastos ranchos ganaderos.
Según las evaluaciones preliminares de daños, entre 400 y 500 estructuras han sido destruidas por el incendio, con miles de animales, principalmente ganado, perdiendo la vida. Sid Miller, comisionado de agricultura de Texas, expresó su tristeza por la situación, anticipando que las pérdidas podrían ascender a 10 mil cabezas de ganado.
Texas, como el mayor productor de ganado del país, sufrirá consecuencias económicas significativas a raíz de este desastre. Aunque se han recibido donaciones de heno de condados y estados cercanos, la escasez de recursos sigue siendo una preocupación.
Mientras cientos de bomberos y socorristas luchan contra el fuego, se han registrado víctimas mortales, incluida una residente de 83 años del condado de Hutchinson y una conductora de camión que perdió la vida cuando el incendio envolvió su vehículo.
La magnitud de este incendio forestal representa una crisis sin precedentes para Texas, con un impacto devastador en la vida humana, la propiedad y la economía del estado.
Las autoridades instan a la población a mantenerse informada y seguir las precauciones necesarias para protegerse a sí mismos y a sus comunidades.