Una nueva iniciativa que ha lanzado Donald Trump tendría fuertes repercusiones en Nuevo Laredo y toda la frontera norte de México.
El presidente electo de Estados Unidos quiere eliminar para siempre el cambio de horario y adoptar el de verano y eso significa que en la frontera estaríamos siempre una hora adelante que en el interior del país.
Trump escribió en X que el Partido Republicano usará sus “mejores esfuerzos” para eliminar el horario de verano.
“El horario de verano tiene un pequeño pero fuerte electorado, ¡pero no debería!”, escribió en X.
El horario de verano es inconveniente y muy costoso para nuestra nación.
Dos de los principales asesores de Trump, el magnate tecnológico Elon Musk y el empresario Vivek Ramaswamy, a quienes el presidente electo ha designado para dirigir un nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, también han planteado la idea de eliminar los cambios de hora.
Adelantar los relojes una hora en primavera y atrasarlos una hora en otoño tiene como objetivo maximizar la luz del día durante los meses de verano, pero ha estado sujeto a escrutinio durante mucho tiempo. El horario de verano se adoptó por primera vez en tiempos de guerra, en 1942.
En diversas ocasiones, los legisladores han propuesto eliminarlo por completo. El intento más reciente ocurrió en 2023, un proyecto de ley bipartidista ahora estancado llamado Ley de Protección del Sol.
La medida fue impulsada por el senador republicano por Florida, Marco Rubio, a quien Trump nominó como secretario de Estado.
“Cambiar el reloj dos veces al año es obsoleto e innecesario”, dijo el también senador republicano Rick Scott, de Florida, mientras el Senado votaba a favor de la medida.
Dado que el movimiento comercial entre Estados Unidos y México se mueve en mayor medida en esta frontera, los Laredos deben estar siempre sincronizados con el horario.
Si la hora cambia en Texas, también lo hace la frontera de México. En otras palabras, si Estados Unidos decide eliminar el cambio de horario e imponer todo el año la hora adelantada, eso significa que lo mismo harán ciudades desde Tijuana hasta Matamoros, con excepción de Sonora, que se mantiene igual que Nuevo México.
De otra manera, habría un desfase con los horarios de uno y el otro lado y, de cualquier manera si en la frontera mexicana no se adapta el cambio, quienes trabajan en relación con el intercambio comercial deberán entrar a sus trabajos una hora antes.
Otra implicación será el desfase con el horario, ya permanente, del interior de México, que estaría siempre una hora detrás. Eso generaría incluso algunas curiosidades, por ejemplo, si viaja de Monterrey a Nuevo Laredo llegaría teóricamente “una hora después” y si lo hace desde esta frontera, llegará allá “una hora antes”.