¿Te imaginas despertar y que un día tu cuerpo olvide cómo caminar? Esa es la principal característica de la disautonomía, una discapacidad invisible que se presenta por una falla al sistema nervioso central que afecta a más de 70 millones de personas en el mundo.
Para simplificarlo, la falla proviene del sistema nervioso autónomo, el mismo que regula las acciones que hace tu cuerpo para poder vivir de manea automática sin que tengas que pensarlo, como caminar, respirar, que tu corazón lata, hacer digestión o mantener los ojos lubricados, acciones que son sencillas pero tu cuerpo deja de realizar.
Características de esta enfermedad
Las personas que padecen esta discapacidad sufren situaciones que ellos no pueden controlar como llorar, dejar de caminar o simplemente caerse porque no pueden permanecer mucho tiempo de pie porque pueden desmayarse.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, uno de los mayores riesgos que tienen quienes viven con este padecimiento son las fracturas a consecuencia de los desmayos, los cuales sobrevienen al bajar la presión arterial y disminuye la frecuencia cardiaca.
La responsable de Nutrición Clínica en la Unidad Médico Quirúrgica del Hospital Juárez del Centro, Gabriela Chávez Basurto, explicó que una persona con disautonomía no debe permanecer mucho tiempo de pie y si lo está, debe moverse y contraer los músculos de las extremidades: manos, piernas y glúteos para estimular la circulación sanguínea y evitar el desvanecimiento.
“Se debe comer cada dos o tres horas en pequeñas porciones; reducir el consumo de azúcares simples como refrescos y pasteles; cuidar la ingesta de sal y mantenerse hidratados con líquidos variados, como agua de coco, agua mineral y jugos, para evitar que los síntomas se agudicen”, puntualizó.
Además, los enfermos con esta discapacidad son hipersensibles, es decir, no toleran la luz o el ruido fuerte por lo que usan lentes y tienen que taparse los oídos cuando escuchan la sirena de un vehículo de emergencia.
Diagnóstico
Diagnosticar una enfermedad como esta no es cosa sencilla, los síntomas pueden confundirse con muchas otras enfermedades pues se presenta la taquicardia, mareo, debilidad o cansancio, dificultad cognitiva, visión borrosa y puede la enfermedad puede hacerse visible a cualquier edad.
La disautonomia es una enfermedad cara pues quien la padece puede llegar a gastar desde 250 hasta 500 semana sólo en medicamentos que ayudan a controlarla pero no tiene cura.