Este lunes 25 de noviembre, la audiencia que generó gran expectación sobre la revisión de la sentencia de los hermanos Lyle y Erik Menéndez sufrió un revés debido a problemas técnicos en la conexión por video desde la prisión de San Diego.
A pesar de las expectativas de ver a los hermanos Lyle y Erik Menéndez en vivo por primera vez desde 1996, la tan esperada conexión por vídeo desde la cárcel fracasó debido a problemas técnicos.
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Aunque originalmente se esperaba que la revisión se realizara el 11 de diciembre, el intento de que los Menéndez recuperaran su libertad antes de las fiestas navideñas quedó pospuesto, dejando la incertidumbre sobre su futuro legal en el aire.
Los hermanos, condenados por el asesinato de sus padres en 1989, han pasado más de tres décadas en prisión. Sin embargo, tras nuevas pruebas y un cambio en el fiscal del condado de Los Ángeles, muchos han solicitado la reducción de su sentencia a 50 años, lo que les permitiría optar por la libertad condicional.
La Fiscalía, que en su momento apoyó esta revisión, argumenta que su conducta en prisión ha sido ejemplar y que los abusos sufridos durante su infancia justifican el crimen.
El juez Michael Jesic, quien asumió el caso recientemente, aún necesita tiempo para revisar los detalles, lo que ha provocado que el caso siga en incertidumbre. Además, la reciente llegada del nuevo fiscal, Nathan Hochman, podría influir en la decisión final.
Mientras tanto, familiares cercanos de los Menéndez, como sus tías, han expresado su esperanza de que los hermanos sean liberados pronto, tras años de sufrimiento.
La resolución final dependerá del juez y del nuevo fiscal, aunque los Menéndez también han solicitado clemencia directamente al gobernador de California, Gavin Newsom.