ECOSISTEMA

Ranas ‘canibales’ cubanas se están propagando; ¿podrían llegar a Texas?, esto sabemos

Esta especie amenaza a las ranas nativas y a los ecosistemas locales, mientras que en áreas urbanas causan daños a la infraestructura y problemas de salud por la secreción de su piel

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Escrito en GLOBAL el

La proliferación de las ranas arborícolas cubanas, una especie invasora que ya afecta gravemente los ecosistemas de Florida, ha generado preocupación sobre su posible expansión a otros estados, incluido Texas.

Originarias de Cuba, las Islas Caimán y las Bahamas, estas ranas se adaptan fácilmente a hábitats perturbados, lo que aumenta el riesgo de que se desplacen hacia el suroeste de Estados Unidos, aprovechando condiciones climáticas similares y factores como el transporte humano.

El impacto en Texas: un problema ambiental y urbano

Si las ranas arborícolas cubanas llegan a Texas, podrían ocasionar efectos adversos en el medio ambiente y en zonas urbanas

  • Amenaza a las especies nativas: Estas ranas compiten agresivamente por recursos y, en algunos casos, se alimentan de especies autóctonas, afectando la biodiversidad y el equilibrio del ecosistema
  • Daños urbanos: Debido a su tamaño, buscan refugio en cajas eléctricas y sistemas de iluminación, provocando cortocircuitos. Además, sus excrementos ensucian paredes y ventanas, lo que genera molestias en áreas residenciales
  • Riesgos para la salud: La secreción de su piel puede causar irritaciones en ojos y mucosas, afectando especialmente a personas alérgicas o asmáticas

¿Cómo podrían llegar a Texas?

Las ranas arborícolas cubanas prosperan en climas cálidos y húmedos, características compartidas con el sur de Texas. Su expansión puede facilitarse por el comercio interestatal, el transporte de mercancías y los cambios climáticos que amplían su hábitat potencial.

Según el Dr. Zack Jud, la constante construcción urbana crea espacios ideales para estas especies invasoras mientras destruye los hábitats de las ranas nativas.

¿Qué tan probable es su llegada?

La llegada de estas ranas a Texas es posible si no se toman medidas de prevención.

Con su capacidad de adaptación y la expansión de sus hábitats, Texas podría enfrentar los mismos problemas observados en Florida.

La situación actual es una oportunidad para que el estado tome medidas proactivas, protegiendo sus ecosistemas y evitando los graves daños que esta especie puede causar.