El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido retomar su estrategia de control fronterizo con la reincorporación de un rostro conocido: Thomas Homan, quien liderará las políticas migratorias y las deportaciones en su próxima administración.
Este exdirector interino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) fue anunciado como el “zar de la frontera” a través de la red social Truth Social, en donde Trump resaltó la “dedicación incondicional” de Homan en la implementación de medidas de control fronterizo durante su gobierno anterior.
Tom Homan, el nuevo 'Zar de las Fronteras'
Homan es conocido por su firme postura en políticas de “tolerancia cero,” en especial por su rol en la polémica separación de familias migrantes en 2018, medida que derivó en la división de miles de niños de sus padres.
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En su nuevo puesto, Homan será responsable no solo de la vigilancia de la frontera sur, sino también de la seguridad en la frontera norte, así como del control en áreas marítimas y aéreas de Estados Unidos. Según Trump, Homan cuenta con su total confianza y, de hecho, lo describió como “la persona idónea” para asumir un puesto que requiere de “mano firme”.
Durante la reciente Convención Nacional Republicana, Homan envió un mensaje claro a la comunidad inmigrante al exhortar a quienes ingresaron al país bajo la administración de Joe Biden a “prepararse para regresar.”
Su enfoque en la aplicación de la ley migratoria es consistente con su historial y con las promesas de campaña de Trump, quien ha expresado su intención de desmantelar los programas de acogida de inmigrantes.
Deportaciones 'familiares'
En respuesta a las críticas sobre la separación familiar, Homan ha asegurado que esta vez las deportaciones podrían realizarse en conjunto con las familias, buscando evitar la repetición de situaciones pasadas.
Aunque los detalles específicos de la estrategia aún no se han comunicado, se prevé que las medidas serán similares a las de la administración pasada, marcando un regreso a una política migratoria rígida y de alta vigilancia.