En Estados Unidos, las elecciones presidenciales siguen un proceso particular que se aleja del sistema de voto popular utilizado en otras democracias.
Los ciudadanos de cada estado votan por la fórmula presidencial y el partido de su elección, pero el ganador no se determina directamente por la cantidad de votos. En su lugar, el Colegio Electoral decide quién será el próximo presidente y vicepresidente de la nación.
El voto popular en EU
El Colegio Electoral está compuesto por 538 electores, un número asignado según la cantidad de senadores y representantes que cada estado tiene en el Congreso.
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Para ganar la presidencia, el candidato debe obtener al menos 270 votos electorales, más de la mitad del total. La mayoría de los estados otorgan todos sus votos al candidato que haya obtenido la mayoría en esa jurisdicción, incluso si la diferencia es mínima.
Las únicas excepciones son Maine y Nebraska, que aplican una representación proporcional, asignando algunos votos según los distritos ganados.
La estructura del Colegio Electoral ha generado múltiples debates. Aunque varios presidentes han ganado el voto popular y el Colegio Electoral, han habido elecciones en las que el ganador del voto popular no se ha convertido en presidente, como ocurrió con Hillary Clinton en 2016.
En esa ocasión, Donald Trump se proclamó ganador al haber asegurado suficientes votos electorales a pesar de obtener menos votos ciudadanos.
Este sistema electoral, peculiar de Estados Unidos, fue adoptado por algunas naciones latinoamericanas durante el siglo XIX, al inspirarse en la constitución estadounidense.
Difícil cambiar el sistema
Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de las democracias en el mundo han abandonado el modelo del Colegio Electoral, considerándolo poco representativo.
Los críticos afirman que el sistema dificulta la verdadera representación popular y que, en lugar de beneficiar la democracia liberal, puede crear desigualdades en la elección de líderes.
Para modificar el Colegio Electoral se requeriría una reforma constitucional, un cambio de compleja realización. A pesar de las voces que piden su abolición, el proceso para eliminarlo enfrenta obstáculos políticos significativos.