El documental Fahrenheit 9/11 fue estrenado en el año 2004, tres años después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, en su momento fue censurado y criticado por contradecir la narrativa oficial de George W. Bush y del gobierno de los Estados Unidos.
El documental, que criticaba el actuar del gobierno estadounidense, fue dirigido por el cineasta Michael Moore, la cinta, Trata sobre las causas y consecuencias de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, haciendo referencia a la posterior invasión de Irak liderada por ese país y Gran Bretaña.
Te podría interesar
Fahrenheit 9/11, intenta determinar el alcance real de los supuestos vínculos entre las familias del presidente de los Estados Unidos en el momento de los atentados, George W. Bush, y los Bin Laden, acaudalada familia de Osama bin Laden.
Documnetal Fahrenheit 9/11 ver completo aquí
El eslogan de la película daba una explicación más clara al significado del título: "La temperatura a la que arde la libertad". El documental hace hincapié en la relación entre la familia Bush y personas cercanas a ella, con eminentes miembros de familias de Arabia Saudita (incluida la familia del presunto terrorista Bin Laden).
La relación que se presume en el documental se extiende durante más de treinta años, así como la evacuación de familiares de Osama bin Laden organizada por el gobierno de George W. Bush después de los ataques del 11 de septiembre.
Es cierto que dicha relación de negocios entre los clanes Bush y Bin Laden no es discutida, pero también no es ampliamente conocida, a partir de ahí, la película da pistas sobre las verdaderas razones que impulsaron al gobierno Bush para invadir Afganistán en 2001 e Irak en 2003.
Según el cineasta, las invasiones de Estados Unidos al medio oriente corresponden más a la protección de los intereses de las petroleras estadounidenses que al deseo de liberar a los respectivos pueblos o evitar potenciales amenazas.
Fahrenheit 9/11 insinúa que la guerra con Afganistán y Osama bin Laden no tenía como principal objetivo capturar a los supuestos líderes de Al Qaeda, sino favorecer la construcción de un oleoducto, y que Irak no era en el momento de la invasión una amenaza real para Estados Unidos, sino una fuente potencial de beneficios para las empresas privadas estadounidenses.