Literal: la curiosidad la llevó al límite. Una joven de 23 años de edad tocó las fibras más sensibles en Busan, Corea del Sur, luego de cometer un asesinato para saber qué se sentía matar a alguien y así llevar a la realidad lo que hacen en las historias policiacas de "true crime".
Jung Yoo-jung es fanática de estos documentales, llevaba más de un año sumergida en ese mundo de crímenes reales y quería experimentarlo en carme propia.
Qué hizo para cometer el asesionato
Con mucha frialdad, la joven preparó un plan que le salió mal. Usó una aplicación para "contratar" a un maestro, se hizo pasar por madre de una niña que requería clases particulares.
Yoo-jung quería conseguir clases de inglés "para su hija", por lo que al encontrar a un maestro hizo la cita para el 26 de mayo pasado.
Según la prensa coreana, Jung compró un uniforme escolar, el cual usó y se hizo pasar por la niña.
Cuando la maestra llegó a su casa, la joven de 23 años la apuñaló hasta matarla. Para poder sacarla de su casa y deshacerse del cuerpo, tuvo que desmembrarla y colocarla en bolsas de basura. Pidió un taxi hasta el río Nakdong, en donde habría dejado las bolsas.
Sin embargo, aunque trató de simular una desaparición voluntaria de la maestra, la asesina no contaba con que el taxista hablaría con la policía. Al acudir a su casa, encontraron ropa manchada de sangre y algunas partes del cuerpo.
Tras ser arrestada, comenzó a inventar otra historia, cayendo en contradicciones, por lo que no tuvo opción más que confesar su crimen.
Se le realizaron estudios psicológicos, además descubrieron que la mujer estaba sin trabajo y no tenía relación con ninguna persona desde su graduación.