Una víbora o serpiente después de que es decapitada todavía puede morder a cualquiera que se le acerque a su mandíbula, además su cuerpo se seguirá moviendo como si aún estuviera completo, por lo que si por alguna razón tienes un reptil de estos, aparentemente muerto debes tener mucho cuidado.
Cabe señalar que incluso los científicos exhortan a las personas a no tocar una serpiente o víbora de cascabel, aun después de muerta; se han registrado casos en donde personas resultaron heridas después de tocar una cabeza suelta de una de estas serpientes.
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Tal es el caso de un hombre al sur de Texas, que limpiaba su jardín cuando le tocó ver entre la maleza una serpiente que excedía el metro de largo, tomó una pala y la decapitó, posteriormente agarró la cabeza para tirarla, pero para su sorpresa la víbora le mordió la mano.
El hombre recibió una dosis de veneno, por el cual fue llevado de emergencia en helicóptero al hospital, tras la mordedura, y para su recuperación requirió ser inyectado con el antídoto varias veces.
Una víbora o serpiente puede mantener sus reflejos incluso horas después de su muerte, para las serpientes el reflejo que conservan después de ser decapitadas es el de morder y más aún si son venenosas. Ya que su instinto es dar un mordisco extremadamente rápido, alejarse y esperar a que el veneno haga efecto.
El reflejo de morder se mantiene después de horas des haber muerte; según el profesor de biología Bruce Jayne, de la universidad de Cincinnati, es un reflejo similar al de una gallina decapitada que sigue corriendo durante un breve periodo de tiempo.
El mecanismo tras esta inquietante conducta es un sistema nervioso preprogramado para hacer ciertos movimientos sin que el cerebro necesite enviar una señal.
La cabeza de una víbora o serpiente venenosa decapitada está sin duda preprogramada para morder en respuesta a un estímulo, como que alguien intente tocarla.