Por casi mil años de su historia, Notre Dame de París ha sido el escenario de un sinfín de sucesos históricos, como la triste historia de Antonieta Rivas Mercado, una escritora mexicana que terminó con su vida en los terrenos de la imponente catedral.
Fue un 11 de febrero de 1931 cuando la promotora cultural entró a la histórica construcción y se disparó en el pecho con lo que según se dice, era la pistola del político mexicano José Vasconcelos, con quien habría mantenido un romance.
Biógrafos coinciden en que Antonieta era una mujer apasionada, inteligente y multifacética que dedicó su vida a la cultura del país, a apoyar a mujeres y niños, impulsando la educación, el arte y la cultura, con una vida marcada por el desamor.
¿Quién era Antonieta Rivas Mercado?
Fue una escritora, traductora, feminista y una de las principales promotoras culturales de México en los años veinte del siglo pasado, financió incontables proyectos culturales, promovió exposiciones y tradujo obras de teatro al español.
Su padre fue el arquitecto Antonio Rivas Mercado, quien se encargó de edificar el icónico monumento del Ángel de la Independencia en la Ciudad de México.
Algunos de sus proyectos más reconocidos son la fundación del Teatro Ulises, el primer teatro independiente del país, así como su financiamiento al patronato para la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida en ese entonces por Carlos Chávez.
La historia de Antonieta Rivas y José Vasconcelos
Cuando el escritor José Vasconcelos anunció que contendría para la presidencia de México en 1929, Antonieta Rivas dedicó todas sus energías en impulsar su campaña presidencial e incluso aseguran que invirtió cada peso de su fortuna y escribió cada uno de sus discursos, sin embargo, Vasconcelos solo obtuvo 5% de la preferencia contra Pascual Ortiz Rubio.
Tras el fracaso político, tanto Antonieta como Vasconcelos se fueron a Estados Unidos y Francia, donde vivieron un romance pese a que el escritor estaba casado.
Así se quitó la vida en Notre Dame
Todo se tornó color gris cuando la escritora mexicana perdió la custodia del hijo que tuvo con Albert Edward Blair, situación que le causó una fuerte depresión.
Exiliada y sin dinero, su depresión se volvió insostenible, y se sentía acorralada. Su único consuelo que sería la confirmación del amor de Vasconcelos, que nunca le llegó, por lo cual, decidió terminar con su vida en la catedral parisina, utilizando una pistola.
Una mañana gris escribió su carta de despedida y se dirigió al templo parisino. Deambuló un poco en la catedral para luego sentarse en una banca frente a la escultura de Jesucristo. Tomó la pistola que llevaba oculta, se apuntó al corazón y disparó.
La muerte de la mexicana Antonieta Rivas en la Catedral de Notre Dame inspiró un libro y la película "Antonieta", de 1982.