La histórica guerra del Whisky entre Canadá y Dinamarca ha llegado a su fin el pasado 14 de junio. La guerra era debido a una disputa fronteriza sobre la soberanía de la isla Hans, un territorio de 1,3 kilómetros cuadrados que se encuentra en el Ártico.
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La ceremonia que ha puesto fin a la guerra tuvo lugar en la capital de Canadá, Ottawa, donde la ministra de Relaciones Exteriores, Mélanie Joly, ha recibido al danés, Jeppe Kofod.
“Estamos acabando con la disputa que muchos han llamado la “Guerra del Whisky” creo que fue la más amistosa de todas las guerras conocidas. Una victoria para Canadá, para Dinamarca y Greolandia” comentó.
La disputa se remonta al año de 1973, cuando se negociaba una frontera marítima. En el año de 1984, un ministro danés visitó el islote y colocó una bandera de su país y una placa que decía “Bienvenidos a esta isla danesa” dejando una botella de aguardiente nacional.
Los canadienses quitaron la bandera y colocaron la suya junto a un whisky canadiense, desde entonces, se conoce como “La Guerra del Whisky” pues han repetido el gesto de intercambio de banderas y botellas de alcohol.