Una preocupante situación fue revelada este viernes ante la declaración del pingüino emperador en peligro de extinción por el cambio climático.
Está extrema preocupación se da en un marco de 30 a 40 años con el ave, debido a la modificación tangible de la temperatura de su hábitat, dependiendo del mar congelado de la Antártida para poder completar su ciclo de vida.
La experta bióloga del Instituto Antártico Argentino, Marcela Libertelli, advirtió la baja de la población de este pingüino que, a pesar de compartir terreno con su homólogo Adelia, este no forma nidos, más bien incuba sus huevos sobre el hielo marino, afectado enormemente por el cambio climático.
Según relata la jefa del Departamento de Predadores Tope del IAA, al ser recién nacidos los pingüinos, estos no tienen un plumaje especial para aguantar las bajas temperaturas del mar, y al desestabilizarse la plataforma donde fueron empollados caen y mueren por el frío.
"Al desestabilizarse esa plataforma de hielo, los pingüinos chiquitos (...) pueden no estar emplumados, ni estar preparados para ir al mar, se les desarma el piso sobre el cual la colonia está apoyada" comentó Marcela Libertelli.
Esto mismo ocurrió en la colonia Halley en el Mar de Weddell, dónde durante tres años murieron todos los pichones.
El pingüino emperador tiene el ciclo reproductivo más largo de este tipo de aves, el cual va de abril a diciembre. En el proceso, uno de los padres lleva al pichón entre sus patas para darle calor hasta que desarrolle el plumaje definitivo.
"La desaparición de cualquier especie es una tragedia para el planeta, así sea chiquita o grande, vegetal o animal, no importa, es pérdida de la biodiversidad", dijo la experta.
El pingüino emperador, en peligro de extinción por el cambio climático nos demuestra las necesarias acciones para cambiar el panorama internacional en materia de medio ambiente.
Jesús García