A partir de ahora, llamar pelón a un hombre en el trabajo ya se considera acoso sexual en el Reino Unido.
El jueves, Reino Unido anunció que insultar a un hombre por ser calvo en el lugar de trabajo constituye un delito
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Prohibido llamar pelón
Dado que la pérdida de cabello es significativamente más común en hombres que en mujeres, el uso del término está "inherentemente relacionado con el sexo" y es equivalente a comentar sobre el tamaño de los senos de una mujer.
La decisión se produce en el caso de Tony Finn, un electricista que demandó a una empresa familiar local con sede en Yorkshire por el término con el que se dirigieron a él.
Según la fuente, las cosas comenzaron a ponerse feas cuando uno de los jefes de Finn, Jamie King, supuestamente lo llamó "gordo y pelón" y luego fue despedido de British Bung, con sede en West Yorkshire.
En la corte, el juez Jonathan Brain debatió si el insulto de calvicie de King fue una falta de respeto o si había cruzado la línea hacia el acoso.
"A nuestro juicio, existe una conexión entre la palabra 'calvo' por un lado y la característica protegida del sexo por el otro. Encontramos que está inherentemente relacionado con el sexo”.
El abogado de la compañía “tenía razón al afirmar que las mujeres y los hombres pueden ser pelones”, pero afirmó que “la calvicie es mucho más frecuente en los hombres que en las mujeres”, señaló el veredicto.
“Así también, es mucho más probable que la persona que recibe un comentario como el del Sr. King sea un hombre”, agregó.
La cabeza rapada de Finn también se consideró "degradante" y "humillante", según el fallo.
Cruzó la línea
“Este es un lenguaje fuerte. Aunque, como descubrimos, el lenguaje industrial era común en esta fábrica de West Yorkshire, a nuestro juicio, el Sr. King cruzó la línea al hacer comentarios personales al reclamante sobre su apariencia”.
“Este es un lenguaje fuerte. Aunque, como descubrimos, el lenguaje industrial era común en esta fábrica de West Yorkshire, a nuestro juicio, el Sr. King cruzó la línea al hacer comentarios personales al reclamante sobre su apariencia”.
La acusación de acoso sexual de Finn fue confirmada por el tribunal, que también determinó que la empresa lo había despedido injustamente después de 24 años en el trabajo.
La recompensa monetaria de Finn por la ofensa de llamarlo pelón se determinará más adelante.