Luego de sufrir un pequeño movimiento telúrico, un sismo de magnitud 6.2 dejó al menos 7 personas muertas y 85 personas heridas en Indonesia.
El sismo ocurrió inmediatamente después de otro de menor escala, dando oportunidad a los habitantes de salir de sus casas para ponerse a salvo. La situación se produjo alrededor de las 01:35 GMT a una profundidad de 12 kilómetros y a 70 kilómetros de la ciudad de Bukittingi, en la provincia de Sumatra Occidental, según información del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Según el jefe de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Suharyanto, la mayoría de las víctimas eran habitantes de las provincias de Pasaman y Pasaman Occidental, a unos 20 kilómetros del epicentro.
Debido a la temporada de lluvias en el país, el gobierno pidió a los pobladores mantenerse alejados de laderas, debido a la posibilidad de desprendimientos por las precipitaciones.
A pesar de la magnitud del temblor, el cual se sintió en las provincias vecinas de Riau y Sumatra del Norte y en lugares tan lejanos como Malasia y Singapur, no se reportó ninguna alerta de Tsunami.
Las imágenes compartidas por televisión nacional y redes sociales, muestran casas parcialmente derrumbadas, con ladrillos caidos y paredes tiradas en el suelo por el movimiento.
Alim Bazar, jefe de la agencia encargada de la gestión de catástrofes en Pasaman, dijo a la AFP que los muros de algunos edificios se habían agrietado por el siniestro natural.
Este tipo de sismos son comunes en Indonesia, debido a su cercanía con el llamado "Cinturón de Fuego", una zona de placas tectónicas, con movimientos constantes.
El sismo en Indonesia de hoy, que dejó a 7 personas muertas, rememora al ocurrido en 2004 con una magnitud de 9.1, el cual desató un tsunami, cobrando la vida de 170 mil personas en el país.
Jesús García