Una temporada de intensas lluvias y al menos 200 deslizamientos de tierra han afectado a Brasil, dejando un saldo fatal de 44 muertos en lo que va del año.
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Cláudio Castro, Gobernador de Río de Janeiro, el Estado donde se reportan todas estas muertes, ha catalogado la situación como "una situación casi de guerra" por el temporal extremo vivido en estos momentos en el territorio. Ante la situación, se decretó estado de calamidad.
Los reportes preliminares indican a 44 personas fallecidas y cerca de 189 aludes de tierra en el municipio brasileño, provocados principalmente por las intensas lluvias registradas este martes en la zona. En estos momentos, equipos de rescate trabajan en el lugar para socorrer a los afectados en estos aludes.
En Petrópolis, a 68 kilómetros al norte de Río, se pueden observar viviendas reducidas a escombros sobre las laderas, además de vehículos apilados en las calles, llenas totalmente de lodo y agua estancada.
Videos en redes sociales muestran como caminos en el lugar se convierten de pronto en ríos acaudalados, arrasando con todo a su paso por la llegada del agua.
La iglesia de Santo Antonio abrió sus puertas para los damnificados, cerca de 150 personas, quienes tuvieron que abandonar sus hogares por las inundaciones o el peligro de deslave de sus propiedades.
Celestino, el párroco del lugar, indicó la tragedia vivida por sus feligreses, algunos de ellos perdiendo todo debido al temporal.
"Muchos de los que llegan han perdido todo, o perdieron a sus parientes, es una situación difícil" comentó Celestino a la AFP.
Las intensas lluvias en Brasil que han dejado al menos 44 muertos movilizaron a 400 militares, quienes están en el lugar junto con equipos de Defensa Civil, Bomberos, Perros, y vehículos 4x4 para socorrer a quienes se encuentren aún atrapados.
Jesús García