El amor se presenta de muchas formas y se construye de muchas maneras. Esto mismo le pasó al fisicoculturista Yuri Tolochko, quien atendió al llamado del enamoramiento cuando decidió divorciarse de su muñeca inflable para comenzar una relación con un cenicero.
Yuri es un deportista ruso, quien se volvió sumamente famoso y viral en su país por sus peculiares relaciones amorosas. Saltó a la fama luego de casarse con Margo, una muñeca inflable a quien le juró amor eterno.
Más tarde, Lulú y Lola llegaron a su vida, con quienes Tolochko le fue infiel a su muñeca de plástico. Por estos encuentros la pareja decidió divorciarse, sin embargo, el influencer no tardó en encontrar una nueva pareja con quien compartir sus días y su corazón.
El atleta, con más de 110 mil seguidores se enamoró a primera vista en un bar, pero no de una mujer o de un hombre, sino de un cenicero del lugar.
Mediante su cuenta en Instagram, el fisicoculturista compartió una serie de fotos donde se le puede ver posando y 'abrazando' al objeto hecho de metal, con quien dice no poder vivir sin él.
"Les presento a mi nuevo amor, me tiene loco, no ´puedo vivir sin su olor" comentó Yuri Tolochko en su cuenta de Instagram.
Algunos de sus seguidores pensaron en una broma por parte del influencer, sin embargo, este desmintió cualquier pensamiento así, declarando su amor profundo por este recipiente de metal. Incluso llegó a un acuerdo con los dueños del bar, quienes le prestaron el objeto todas las noches que quisiera.
"Jamás me sentí así de feliz, estábamos hechos el uno para el otro. Tenemos una conexión muy especial, me siento otro cuando entro en contacto con él". Afirmó Yuri en un video de su cuenta en instagram.
Yuri, de 37 años, está consciente del pensamiento de muchas personas, quienes lo consideran un demente; esto no parece causarle mayor conflicto, disfrutando de sus parejas artificiales.
La cuestión va más allá, pues en medio de la relación con el cenicero apareció Luna, una nueva muñeca de plástico, a quien desposará en un futuro con un muñeco para cumplir la fantasia de su nueva amada.
Este fisicoculturista, quien se divorció de su muñeca inflable para comenzar una relación con un cenicero, disfruta mucho su vida a pesar de los comentarios de las personas, quienes lo consideran una persona inestable con problemas mentales.
Jesús García