Los niños de Pensilvania nacidos o criados cerca de pozos de fracking tienen muchas más probabilidades de desarrollar leucemia linfoblástica aguda (LLA), la forma más común de leucemia infantil, según un estudio reciente.
La fracturación hidráulica, o fracking, es una técnica que consiste en bombear grandes cantidades de agua, arena y productos químicos en rocas subterráneas a alta presión para aumentar su flujo de petróleo y gas.
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Fracking y cáncer en niños
Hacer esto con explosivos se remonta a la Guerra Civil, y la práctica moderna de usar fluidos comenzó en la década de 1940, según el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, un grupo de defensa del medio ambiente.
Lo que nuestros resultados realmente indican es que la exposición al desarrollo de petróleo y gas no convencional puede ser un factor de riesgo importante para la LLA, particularmente para aquellos niños que están expuestos en el útero
Cassandra Clark, autora principal del estudio y epidemióloga ambiental de la Universidad de Yale. Cancer Center menciona graves aseveraciones de un estudio, publicado la semana pasada en la revista Environmental Health Perspectives.
Los investigadores observaron a 2500 niños de Pensilvania de entre dos y siete años, 405 de los cuales fueron diagnosticados con LLA entre 2009 y 2017. La LLA tiene una alta tasa de supervivencia, pero puede conducir a otros problemas de salud más adelante en la vida, incluidas discapacidades cognitivas y enfermedades cardíacas.
Los niños que vivían dentro de una milla y cuarto de un pozo de fracking tenían el doble de probabilidades de desarrollar LLA que otros, y los bebés nacidos de mujeres embarazadas que vivían cerca de estos sitios tenían casi tres veces más probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer.
El fracking ha aumentado significativamente en el siglo XXI. El estudio informa que se perforaron 10 mil pozos de fracking en Pensilvania entre 2002 y 2017, con aproximadamente un tercio ubicado dentro de las 1.25 millas de un pozo de agua subterránea residencial. Ahora, hay aproximadamente 13 mil pozos de gas natural no convencional en Pensilvania, según Inside Climate News.
Contaminación del subsuelo
Los ambientalistas han criticado el fracking, ya que puede contaminar las aguas subterráneas y liberar gases de efecto invernadero al aire.
Entre 2005 y 2014 se reportaron alrededor de 1000 derrames, 5 mil infracciones ambientales estatales y 4 mil quejas de residentes relacionadas con el petróleo y el gas, según el nuevo estudio.
Relativamente pocos estudios han buscado un vínculo entre el cáncer infantil y el fracking, según Ariel Wittenberg de Environment & Energy News.
Pero la práctica puede utilizar cientos de productos químicos asociados con el cáncer y problemas de salud, incluidos metales pesados, compuestos orgánicos volátiles y material radiactivo.
Una revisión de 2019 en The Oxford Research Encyclopedia of Global Public Health encontró investigaciones que relacionaban vivir cerca de sitios de fracking con partos prematuros, asma, migrañas, trastornos de la piel y otros problemas de salud.
Aire y agua
Joan Casey, científica de salud ambiental de la Universidad de Columbia mencionaque los hallazgos no la sorprendieron. Ella dijo que el aire y el agua son vías potenciales que podrían exponer a las personas a los carcinógenos de los pozos de fracking.
Los investigadores dicen que esperan que este estudio influya en los políticos. La ley de Pensilvania solo requiere que los pozos de fracking estén a 150 metros de las residencias, mientras que en otros estados, ese número es tan bajo como 45 metros.
Aproximadamente la mitad de los residentes del estudio usan pozos residenciales, que no están regulados por el gobierno federal. Esos residentes deben asegurarse por sí mismos de no beber agua contaminada.
Tal parece que los estudios indican que el fracking es culpable del aumento de cáncer en niños, sobre todo en lugares donde la distancia de sus hogares a los pozos es mínima.