SE ME SUBIO EL MUERTO

¿Se te subió el muertito? Esta es la explicación científica de esta tenebrosa sensación.

La tenebrosa sensación de ser aplastado por un cuerpo invisible, no tiene ninguna explicación paranormal, por el contrario es algo mucho más común de lo que parece.

Por
Escrito en GLOBAL el

Despertar en medio de la noche con la sensación de no poder moverse o respirar bien, es conocida coloquialmente en nuestra cultura como “Se me subió el muerto”.

Sin embargo te tenemos una buena noticia, la sensación de “Tener un muerto sobre ti” no tiene ninguna explicación paranormal, sino más bien, tiene una explicación completamente médica, conocida como parálisis del sueño.

La parálisis del sueño ocurre cuando las personas duermen boca arriba y suele ser más común en personas que tienen condiciones como obesidad, hipertensión y diabetes.

Según informó Oscar Zavala, presidente de la Unión Interdisciplinaria de Farmacias, Clínicas y Consultorios (Unifacc) las tres características de la parálisis del sueño son:

  • La persona presenta inmovilidad 
  • Dificultad para respirar y hablar
  • No pueden despertar aunque están conscientes.

Cuando las personas presentan este estado es común que presenten momentos de angustia severa que pueden durar periodos breves de tiempo que varían entre dos y cinco minutos. 

Los episodios de parálisis del sueño suelen presentarse entre el sueño ligero y el sueño profundo y se sabe que la deficiencia de vitamina B en el cuerpo es otro de los factores que propicia este estado. Además de ser más comunes en personas en edad productiva de entre 25 a 60 años de edad.

“Cuando sientes que se te sube el muerto lo único que tienes es una serie de respuestas alrededor de los diferentes estados de conciencia”, explica el  director general de la Unidad de Neurociencias de Neurometrics, Víctor Huggo Córdova Pluma.

Así puedes evitar la parálisis del sueño

  • Evitar la privación prolongada del sueño.
  • Realizar pausas activas para evitar el cansancio y estrés.
  • No dormir boca arriba.
  • Hacer ejercicio entre 3 y 6 horas antes de acostarse.
  • Dormir entre 7 y 9 horas.
  • Reducir el estrés.
  • Seguir buenos hábitos de alimentación.
  • Evitar cenas abundantes
  • No consumir refrescos, café, chocolate y té antes de dormir.