Parece chiste, ¡pero fue la vida real!, y no, no se trata de unos jóvenes que dejaron la escuela, o de algunos niños que escaparan de casa, sino de unos policías que dejaron ir a los ladrones para no perder y lograr atrapar Pokémons, su lamentable decisión les costó el trabajo, ya que fueron despedidos.
Desde hace algunos años el juego virtual Pokémon Go, fue un éxito entre los niños, jóvenes, y sobre todo en los chavorucos, que hacían lo imposible por atrapar a su Pokémon favorito. No importaba la hora, el lugar, o lo que estuvieran haciendo por ir a cazarlos.
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El triste caso de los policías ocurrió el pasado 15 de abril de 2017, aproximadamente a las seis de la tarde se registró un robo en el Macy 's de Crenshaw Mall, en Los Ángeles.
Por lo que el Departamento de Policía fue informado de la situación; varias unidades se movilizaron al lugar (incluida una que se encontraba en una escena del crimen de homicidio)... pero hubo una patrulla que no acudió al llamado.
Es más, se negó a la petición. Ese egoísta "no" provino del radio de la patrulla de los oficiales Louis Lozano y Eric Mitchell, quienes sólo respondieron así después de ignorar el primer llamado de auxilio. Lo que estos no sabían es que esas radios graban todo lo que está a su alrededor, precisamente para atrapar a los policías mentirosos. Y esto es lo que grabó el suyo.
Alrededor de las 6:09 pm (cinco minutos después de que Lozano se negara a responder con un "que se j*dan"), Mitchell informó de una sorpresiva aparición en la 46 y Leimert: era un Snorlax en Pokémon GO. "Pero Leimert no llega a la 46", "¡Oh!, ¿sabes lo que puedo hacer?, bajaré por la 11 y me subiré a Crenshaw, se que puedo conseguirlo... tenemos 4 minutos."
Más o menos así hay unos 20 minutos de conversación sobre Pokémon GO, con los oficiales moviéndose por la ciudad y atrapando a los pokés (¡hasta un Togetic!, hay que reconocer el logro). Al terminar, fueron a un 7-Eleven a terminar su guardia.
El Departamento de Policía de Los Ángeles tuvo conocimiento del poco profesionalismo de los policías y los despidió de inmediato, pero éstos quisieron apelar al caso diciendo que desconocían que estaban siendo grabados y que sus conversaciones "deberían ser consideradas privadas".
Fue apenas el pasado 7 de enero de este año que el tribunal denegó el recurso de apelación de los ex policías, por lo que seguirán despedidos.